Santo Domingo, Rep. Dom. – Las imponentes estructuras que se erigen sobre ríos y arroyos, facilitando el tránsito vehicular y conectando comunidades, suelen pasar desapercibidas. Sin embargo, su existencia es vital para el desarrollo económico y social de cualquier nación. En la República Dominicana, la red vial cuenta con numerosos puentes, algunos de ellos majestuosas obras de ingeniería que han desafiado el paso del tiempo. No obstante, la ausencia de un mantenimiento y supervisión adecuados pone en riesgo la integridad de estas estructuras, con graves consecuencias para la seguridad pública y el bienestar de la población.
El Puente Juan Pablo Duarte: Un emblema en riesgo
El Puente Juan Pablo Duarte, icónico símbolo de la ciudad de Santo Domingo y principal vía de comunicación entre la capital y el este del país, presenta un estado preocupante. Los recurrentes daños en las juntas de expansión, inicialmente percibidos como problemas aislados, han desatado la alarma sobre la existencia de fallas estructurales más profundas.
Las vibraciones extremas observadas en los tramos colgantes, compuestos por estructuras metálicas, no solo generan incomodidad para los usuarios, sino que también representan un indicio de posibles daños en los elementos de sujeción, como los cables tirantes y otros elementos cuya función es rigidizar la estructura. El robo de cables una vez sufrido y el tensado insuficiente de otros tantos tirantes solo agravan la situación, ya que durante ese tiempo la estructura trabajó sobre su carga permitida, comprometiendo la estabilidad general del puente. Acrecentado por el exceso de carga de los vehículos pesados que por este puente transitan.
Más allá de los tramos colgantes, los segmentos de hormigón armado ubicados en los accesos a tierra firme, a pesar de la estabilidad uno pensara aportan, también presentan signos de deterioro. Irónicamente, es el tramo que más juntas han presentado daños.
Vigas desplazadas o asentadas, muestras de infiltración de agua, agrietamientos, corrosión excesiva en el acero de las vigas longitudinales parecen estar ocultas a la vista de las autoridades. La falta de mantenimiento preventivo ha permitido esta aparición de grietas, fisuras y desprendimientos de hormigón, lo que debilita la estructura y aumenta el riesgo de colapsos.
Un llamado a la acción: La importancia del mantenimiento e inspección
Las normas más actualizadas de la Asociación Americana de Funcionarios del Transporte por Carretera (AASHTO), recogidas en sus manuales, establecen pautas claras para el mantenimiento e inspección de puentes, especialmente aquellos de tipo colgante y atirantado como el Puente Juan Pablo Duarte.
Un correcto programa de mantenimiento debe incluir:
- Inspecciones visuales periódicas: Realizadas por personal calificado, estas inspecciones permiten identificar daños superficiales como grietas, corrosión, desprendimientos de hormigón y deformaciones en la estructura.
- Inspecciones detalladas: Con mayor frecuencia que las visuales, estas inspecciones involucran el uso de equipos especializados para evaluar el estado de los elementos estructurales, como las juntas de expansión, los cables tirantes, los apoyos y los cimientos.
- Monitoreo instrumental: La instalación de sensores permite registrar variables como la tensión en los cables, la vibración de la estructura y los desplazamientos horizontales y verticales del puente. Estos datos proporcionan información valiosa sobre el comportamiento del puente en tiempo real y permiten detectar anomalías antes de que se conviertan en problemas mayores.
- Mantenimiento preventivo: Basado en los resultados de las inspecciones y el monitoreo, se deben realizar trabajos de mantenimiento preventivo como la limpieza de la estructura, la reparación de grietas y fisuras, la aplicación de recubrimientos protectores y la reposición de elementos deteriorados.
- Rehabilitación estructural: En casos de daños severos, puede ser necesaria la implementación de medidas de rehabilitación estructural, como el refuerzo de vigas y columnas, la sustitución de elementos corroídos o la instalación de nuevos sistemas de apoyo.
El deterioro generalizado de la infraestructura vial
Lamentablemente, el caso del Puente Juan Pablo Duarte no es un hecho aislado. En la República Dominicana, numerosas otras estructuras similares han sucumbido al deterioro avanzado, algunas incluso colapsando, a pesar de las señales claras que advertían su estado crítico.
Violaciones en el proceso constructivo y normativo
En muchos casos, el deterioro acelerado de los puentes se debe a graves violaciones en el proceso constructivo y normativo, especialmente en lo que respecta a las normas para construcciones de infraestructuras de hormigón armado en zonas costeras o con ambientes propensos a sulfatos. La falta de supervisión y el uso de materiales de baja calidad han dado lugar a estructuras con defectos congénitos que las hacen más susceptibles a la corrosión, el desprendimiento de revestimientos de hormigón y otros problemas estructurales.
Erosión y socavación de estribos
Las crecidas de ríos y arroyos también han jugado un papel importante en el colapso o inutilización de puentes. La falta de protección adecuada de los estribos, las estructuras que sostienen el puente en tierra firme, ha permitido que la erosión socave estos elementos, causando su hundimiento o rodamiento lateral.
Análisis de los problemas y recomendaciones para evitarlos
El deterioro acelerado de los puentes en la República Dominicana es un problema multifacético que requiere de un análisis profundo y soluciones integrales. Entre las principales causas de este problema se encuentran:
- Falta de un mantenimiento preventivo adecuado: La carencia de programas de inspección y mantenimiento periódicos ha permitido que los daños en los puentes se agravien sin ser detectados a tiempo.
- Violaciones en las normas de construcción: La falta de supervisión y el uso de materiales de baja calidad durante la construcción de los puentes han dado lugar a estructuras con defectos congénitos que las hacen más susceptibles a la corrosión y otros problemas estructurales.
- Impactos ambientales: La exposición a ambientes salinos o con altos niveles de sulfatos acelera la corrosión del acero y el deterioro del hormigón armado.
- Crecidas de ríos y arroyos: La falta de protección adecuada de los estribos los hace vulnerables a la erosión y al socavamiento, lo que puede provocar el colapso del puente.
Para evitar el colapso de más puentes y garantizar la seguridad de la infraestructura vial en la República Dominicana, se recomienda implementar las siguientes medidas:
- Establecer programas de mantenimiento e inspección periódicos: Estos programas deben estar basados en las normas AASHTO y deben ser realizados por personal calificado.
- Estricto cumplimiento de las normas de construcción: Se deben implementar medidas rigurosas para garantizar el cumplimiento de las normas de construcción de puentes, especialmente en lo que respecta a la calidad de los materiales y la supervisión de las obras.
- Protección de los puentes contra los impactos ambientales: Se deben implementar medidas para proteger los puentes de la corrosión y el deterioro del hormigón armado, especialmente en zonas costeras o con ambientes propensos a sulfatos.
- Protección de los estribos contra la erosión: Se deben construir estribos con materiales resistentes a la erosión y protegerlos con sistemas de drenaje adecuados para evitar el socavamiento.
- Educación y conciencia ciudadana: Es importante educar a la población sobre la importancia de cuidar y proteger los puentes, denunciando cualquier indicio de deterioro o daño estructural.
La seguridad estructural debe ser prioridad
La seguridad de la infraestructura vial en la República Dominicana depende de la toma de medidas urgentes para prevenir el colapso de más puentes. La implementación de programas de mantenimiento e inspección adecuados, el estricto cumplimiento de las normas de construcción y la protección contra los impactos ambientales son medidas esenciales para garantizar la seguridad de la población y el desarrollo sostenible del país.
Romper con la desidia histórica
La desidia en el mantenimiento de los puentes no solo compromete su funcionalidad y durabilidad, sino que también pone en riesgo la vida de miles de personas que los utilizan diariamente. El caso del Puente Juan Pablo Duarte y otros puentes sirve como una alarmante llamada de atención sobre la necesidad de tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad de la infraestructura vial en la República Dominicana. La implementación de programas de mantenimiento e inspección adecuados, basados en las normas AASHTO, es una inversión crucial para preservar el patrimonio vial del país y proteger el bienestar de su población.
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