Al parecer, el hábito de Karine Jean-Pierre de «leer respuestas preparadas directamente de una carpeta» durante las sesiones informativas, habría causado el descontento de sus superiores.
Karine ha sido bastante insistente en que «se quedaría hasta las elecciones» de este año y ha rechazado cualquier otra oferta de trabajo. Ambas fuentes afirmaron que, aunque Jean-Pierre haya decidido «quedarse contra viento y marea», los problemas persisten y no hace bien su trabajo, pues depende demasiado de las notas, «leyendo la carpeta letra por letra», y «no entiende los temas», ni se prepara, por lo que no puede responder de manera eficaz a los periodistas.
Altos colaboradores del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habrían buscado en secreto sustituir a la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, llegando incluso a reclutar aliados externos para forzar su despido recoge New York Post, que cita fuentes relacionadas con el asunto.
Según el diario, el «exasperante» hábito de Jean-Pierre de «leer respuestas preparadas directamente de una carpeta» durante sus habituales sesiones informativas, ofreciendo lo que sus superiores calificaron de «discurso poco convincente» para Biden, habría motivado el plan.
Una de las fuentes afirmó que, por esta razón, Anita Dunn, consejera superior del presidente estadounidense, comentó a sus colegas que había decidido llamar a destacados demócratas para pedirles que «contrataran a Karine» y así explicarle que «había llegado el momento de pasar página».
La fuente también aseguró que Dunn había afirmado que el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Jeff Zients tenía conocimiento de sus intenciones de destituir a Jean-Pierre y las apoyaba.
En busca de una «salida elegante»
Asimismo, la fuente añadió que el año pasado se hizo un «esfuerzo» por animar a Jean-Pierre a «cambiar de lugar» y se le pidió a «algunas personas externas en las que Karine confiara que hablaran con ella para convencerla de por qué dejar su puesto en otoño era lo más sensato para ella y para su carrera».
«Ella llevaba un año y medio en el puesto, lo que es un tiempo promedio para un secretario de prensa, ya que es un trabajo muy exigente», por lo que Dunn y Zients «estaban tratando de encontrar una salida elegante para Karina», debido al mal efecto que se crearía si llegara a ser destituida en contra de su voluntad, afirmó una segunda fuente, argumentando que existe «un gran problema de diversidad y tienen miedo de lo que pueda decir la gente».
Sin embargo, desde el momento en que obtuvo el puesto, Karine ha sido bastante insistente en que «se quedaría hasta las elecciones» de este año y ha rechazado cualquier otra oferta de trabajo. Ambas fuentes afirmaron que, aunque Jean-Pierre haya decidido «quedarse contra viento y marea», los problemas persisten y no hace bien su trabajo, pues depende demasiado de las notas, «leyendo la carpeta letra por letra», y «no entiende los temas», ni se prepara, por lo que no puede responder de manera eficaz a los periodistas.
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