En una operación de registro en la lujosa residencia de Punta Cana ocupada por Luis Rubiales, el ex presidente de la RFEF, y su amigo Francisco Javier Martín Alcaide, conocido como Nene, las autoridades hicieron un hallazgo sorprendente. Entre los objetos incautados se encuentran siete teléfonos móviles, diversos dispositivos de almacenamiento, un reloj Rolex y documentos bancarios cruciales.
Este operativo forma parte de una investigación más amplia por presunta corrupción, que ha llevado a ambos hombres ante la justicia.
Los agentes, actuando bajo una comisión rogatoria emitida por una jueza en Majadahona, Madrid, se desplazaron hasta la República Dominicana para llevar a cabo el registro. Se reveló que Rubiales había adquirido un Porsche blanco en marzo, pagando un total de 35.920 dólares en dos transacciones distintas. Esta y otras evidencias recolectadas apuntan a posibles irregularidades en los contratos vinculados con la Federación bajo el mando de Rubiales, incluyendo sospechas de desvío de fondos hacia entidades controladas por Nene y posiblemente destinadas al beneficio económico del propio Rubiales.
El escándalo también arroja luz sobre la compleja red de empresas creadas por Martín Alcaide en España y la República Dominicana, presuntamente para ocultar el flujo y destino final de los fondos investigados. Esta trama incluye la contratación de la constructora Gruconsa para obras en el estadio La Cartuja en Sevilla, con pagos que habrían beneficiado directamente a una de las empresas de Nene, y por extensión, a Rubiales.
Este caso pone de relieve no solo las implicaciones legales y financieras de las acciones de los involucrados sino también el impacto en la integridad del deporte y las instituciones que lo representan. Con Rubiales citado para declarar ante la magistrada el 29 de abril, el futuro legal de ambos se encuentra en una encrucijada crítica, marcando un capítulo significativo en la lucha contra la corrupción dentro del fútbol español.
Fuente: vozpopuli.com
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