Estados Unidos. El presidente Donald Trump anunció el lunes que las fuerzas militares estadounidenses llevaron a cabo un segundo ataque contra presuntos narcotraficantes venezolanos, aumentando las tensiones entre Washington y Caracas en medio de una ofensiva más amplia contra el tráfico internacional de drogas.

En una publicación de Truth Social, Trump escribió: «Esta mañana, bajo mis órdenes, las Fuerzas Militares de EE. UU. llevaron a cabo un SEGUNDO Ataque Cinético contra cárteles de narcotráfico y narcoterroristas, identificados positivamente y extraordinariamente violentos, en el área de responsabilidad del Comando Sur. El ataque ocurrió mientras estos narcoterroristas venezolanos, confirmados, se encontraban en aguas internacionales transportando narcóticos ilegales… El ataque resultó en la muerte de tres terroristas varones en combate. Ningún miembro de las Fuerzas Armadas de EE. UU. resultó herido en este ataque».

El presidente enmarcó la acción como parte de una misión continua para defender a los estadounidenses del flujo de narcóticos ilegales, advirtiendo en mayúsculas a los traficantes: “Estén advertidos: si están transportando drogas que pueden matar estadounidenses, ¡los estamos cazando!”.

El anuncio se produjo en medio de un período de creciente fricción entre Estados Unidos y Venezuela. Washington ha acusado durante mucho tiempo al gobierno de Nicolás Maduro de facilitar o ignorar las redes de narcotráfico vinculadas a poderosos cárteles. Funcionarios estadounidenses han argumentado que estas redes no solo desestabilizan la región, sino que también amenazan a las comunidades estadounidenses al inundar el mercado con cocaína y otros narcóticos.

El gobierno de Trump ya había sancionado a altos funcionarios venezolanos, incluyendo a militares, por su presunta participación en el tráfico de drogas. En 2020, el Departamento de Justicia acusó a Maduro y a varios de sus altos asesores de narcoterrorismo, acusándolos de conspirar con rebeldes colombianos para contrabandear toneladas de cocaína a Estados Unidos. Caracas ha negado sistemáticamente las acusaciones, calificándolas de motivaciones políticas.

El énfasis de Trump en la acción militar directa de Estados Unidos subraya un enfoque más agresivo que las medidas de control anteriores, que a menudo se basaban en el intercambio de inteligencia, las interdicciones y la cooperación policial con aliados regionales. Llevadas a cabo bajo el mando del Comando Sur de Estados Unidos, estas operaciones demuestran la voluntad de proyectar el poder estadounidense en aguas internacionales para perseguir a presuntos traficantes.

Aunque Trump afirmó que ninguna fuerza estadounidense resultó herida, los analistas advierten que los repetidos ataques a buques vinculados a Venezuela corren el riesgo de provocar una confrontación más amplia con el gobierno de Maduro, que mantiene el apoyo de aliados como Rusia e Irán.