El silencio electoral que domina en la República Dominicana a pocos días de las elecciones congresuales y presidenciales es un fenómeno que contrasta con la usual efervescencia política del país. La ausencia de entusiasmo y participación ciudadana en la campaña actual refleja un clima de apatía y desencanto hacia las propuestas de los candidatos y el sistema político en general. Este silencio insinúa la necesidad de una reflexión profunda sobre la relación entre la clase política y la sociedad, así como la urgencia de revitalizar la democracia participativa en un momento crucial para el destino del país.