Estados Unidos. El secretario de Estado, Marco Rubio, dijo que la administración Trump está poniendo a «Estados Unidos primero» donde importa, en el hemisferio occidental, al aumentar la presión sobre el narcoestado de Venezuela y endurecer el escrutinio de los afganos que llegan después de lo que describió como catastróficos fallos de investigación bajo el expresidente Joe Biden.
En una entrevista el martes por la noche, Rubio argumentó que no hay razón para que el poder naval estadounidense sea tratado como «problemático» cuando opera cerca de casa, especialmente cuando el régimen de Nicolás Maduro es, en sus palabras, «una organización de transbordo» de cocaína y otras drogas dirigidas a Estados Unidos.
Rubio dijo que el presidente Donald Trump autorizó una misión antidrogas en la región y señaló que la ira de Maduro es en sí misma reveladora: si el régimen no fuera cómplice, no se sentiría amenazado.
El secretario también destacó los cargos federales hechos públicos en 2020 por la fiscalía estadounidense en Manhattan acusando a Maduro y a sus principales aliados de narcoterrorismo y tráfico de drogas, evidencia, dijo Rubio a Fox News, que el mundo ignoró hasta que Trump decidió actuar.
Informes recientes han resaltado la intensificación de la campaña marítima del gobierno contra presuntos buques de tráfico de drogas vinculados a Venezuela, un esfuerzo respaldado por el Secretario de Guerra, Pete Hegseth, incluso mientras los demócratas atacan los ataques y exigen más detalles.
Rubio fue más allá, advirtiendo que Venezuela también es un «punto de apoyo» poco reportado para Irán, incluido el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y Hezbolá, creando lo que él describió como una amenaza hemisférica directa dada la hostilidad de Teherán hacia Estados Unidos.
En opinión de Rubio, es precisamente aquí donde brilla la estrategia de Trump: presión concentrada, objetivos claros y ningún apetito por un conflicto abierto.
Ese mismo enfoque «limitado, estratégico y centrado» se está aplicando ahora a la inmigración y la seguridad nacional, dijo Rubio, después de las alarmantes preocupaciones sobre las admisiones de afganos.
Cuando se le preguntó sobre las afirmaciones de que decenas de miles de afganos fueron traídos durante la evacuación de la era Biden a pesar de las «señales de advertencia», Rubio dijo que la administración ha ralentizado el proceso «desde el primer día» y anunció una pausa formal mientras realiza «una revisión adicional» de los solicitantes.
Rubio enfatizó que la investigación nunca puede ser perfecta, porque los funcionarios solo pueden verificar los registros existentes, y en lugares con poca documentación y control talibán, esos registros suelen ser escasos.
También planteó el riesgo de una radicalización futura, incluido el reclutamiento en línea, argumentando que el peligro aumenta cuando los migrantes tienen dificultades para asimilarse o permanecer conectados a redes de propaganda extremista.
En las últimas semanas, informes separados han descrito nuevas restricciones y pausas que afectan los viajes y el procesamiento de los afganos, ya que la administración cita preocupaciones de seguridad y la necesidad de un control más estricto.
La conclusión de Rubio: Biden «se dejó engañar» por Maduro, pero Trump «no lo hará»; y en materia de fronteras y seguridad, el equipo de Trump ya no quiere arriesgarse con las vidas de los estadounidenses.
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