El río Nizao, vital arteria hídrica de la República Dominicana, enfrenta una alarmante degradación. A pesar de su importancia para el suministro de agua potable, la agricultura y la generación de energía, actividades ilegales como la extracción indiscriminada de materiales y la deforestación amenazan su existencia. Estas acciones no solo deterioran el ecosistema, sino que ponen en riesgo el bienestar de millones de dominicanos que dependen de sus aguas.

Las autoridades han anunciado inversiones significativas para la adecuación del río Nizao, incluyendo la construcción de infraestructuras destinadas a prevenir inundaciones y apoyar la agricultura local. Sin embargo, estas medidas deben complementarse con una vigilancia más estricta y una aplicación efectiva de las leyes ambientales para detener las actividades ilícitas que continúan dañando el río.

Es imperativo que el gobierno, las comunidades y la sociedad civil trabajen conjuntamente para proteger y restaurar el río Nizao. Su preservación no es solo una cuestión ambiental, sino una necesidad urgente para garantizar el desarrollo sostenible y la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras.