Con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra cada 22 de marzo, se pretende sensibilizar a la población de la importancia de conservar y proteger este recurso fundamental para la vida y el desarrollo de la sociedad.
El Día Mundial del Agua se celebra anualmente el 22 de marzo como un medio para centrar la atención en la importancia del agua dulce y abogar por la gestión sostenible de los recursos de agua dulce. Se trata de tomar medidas para hacer frente a la crisis mundial del agua.
El agua es un recurso imprescindible para la supervivencia del planeta que puede generar conflictos cuando se dificulta su acceso o se comparte de manera injusta por la falta de diálogo. El objetivo de este año pretende no dejar a nadie atrás, y hacer del agua un impulsor para un mundo más pacífico.
En 2024, el Día Mundial del Agua se centra en el agua para la prosperidad y la paz; La UNESCO y la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa co-leaderan la celebración para la ONU.
La gestión sostenible del agua genera una gran cantidad de beneficios para las personas y las comunidades. Es a través de estos beneficios que el agua conduce a la prosperidad. Y la distribución equitativa de estos beneficios promueve la paz.
Cuando se trata de agua, compartir es verdaderamente cuidar.
Los recursos hídricos de la República Dominicana, se podrían considerar abundantes. Sin embargo, la irregular distribución espacial y estacional, unida a un alto consumo en el riego y el abastecimiento urbano de agua, se traducen en escasez de agua. El rápido crecimiento económico y el aumento de la urbanización también han afectado a la calidad medioambiental y han originado tensiones sobre la base de recursos hídricos de la República Dominicana. Además, nuestro pais está expuesto a una serie de riesgos naturales, como huracanes, tormentas, sequías, inundaciones e incendios.
Se espera que el cambio climatico a nivel mundial, ocasionará choques climáticos permanentes en la región del Caribe que probablemente afectarán a la República Dominicana en forma de elevación del nivel del mar, incremento de temperaturas superficiales atmosféricas y del mar, eventos meteorológicos extremos (como los huracanes y las tormentas tropicales), aumento de la intensidad de las precipitaciones (lo cual conducirá a inundaciones más frecuentes y graves) y la incidencia de sucesos como el de «El niño» con mayor frecuencia y gravedad.
El manejo de los recursos hídricos del país, en especial la calidad y la cantidad de agua, así como el manejo de cuencas hidrográficas, se enfrenta en la actualidad a importantes retos. A pesar de la falta de datos sistemáticos que limitan la realización de una evaluación precisa y detallada del alcance de los problemas, existe un consenso sobre los siguientes aspectos:
1) La baja calidad general de los recursos hídricos superficiales, subterráneos y costeros es el resultado de una falta de manejo de aguas residuales y escorrentía agrícola, la cual causa problemas de salud que afectan a los pobres de manera desproporcionada,
2) La escasez del agua es un problema regional que provoca la falta de manejo de la demanda en el riego, el abastecimiento urbano de agua y la infraestructura turística de las regiones más secas.
3) El manejo insuficiente de las cuencas conduce a la erosión del suelo y amplifica los daños y la frecuencia de inundaciones.
4) la falta generalizada de manejo de residuos sólidos hace que se contaminen las fuentes de agua, se propaguen enfermedades y se causen molestias a los habitantes y los visitantes.
El agua es el elemento principal para la sostenibilidad de nuestro planeta, debemos hacer un uso responsable de este vital recurso.
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