Rusia ha comenzado a evacuar a sus ciudadanos de Venezuela, una medida repentina que según los analistas señala un cambio importante en la postura de Moscú hacia el asediado régimen del dictador Nicolás Maduro, y se produce mientras la presión militar estadounidense sobre Caracas se intensifica constantemente, informó La Derecha Diario.
La Asociación de Operadores Turísticos de Rusia confirmó que se están organizando vuelos para sacar a los rusos de Venezuela.
El anuncio, que circuló ampliamente por los medios rusos, provocó especulaciones inmediatas de que el presidente ruso, Vladimir Putin, se está preparando para la inestabilidad o para distanciarse de Maduro después de años de respaldar al hombre fuerte socialista.
La orden de evacuación llega en un momento inusual. El turismo ruso en Venezuela ha experimentado un aumento este año, con más de 6.000 rusos visitando la Isla Margarita entre agosto y noviembre en vuelos chárter directos desde Moscú.
Ese crecimiento había sugerido que los lazos entre Rusia y Venezuela se mantenían fuertes. En cambio, la abrupta retirada se ha interpretado como una señal de alerta que pone de relieve la creciente fragilidad del régimen, según el informe.
La decisión de Moscú tiene como telón de fondo un fuerte aumento de las tensiones entre Caracas y Washington.
La administración Trump ha ampliado la vigilancia marítima y aérea alrededor de Venezuela, ha fortalecido las operaciones de seguridad conjuntas con Colombia y Guyana, y ha señalado que responderá agresivamente a cualquier provocación militar venezolana en la región.
Estados Unidos también ha aumentado la presión sobre el gobierno de Maduro por su refugio a redes criminales y terroristas, su estrecha alineación con Irán y sus amenazas contra Guyana en la larga disputa territorial sobre la región del Esequibo.
Los funcionarios del Pentágono han advertido que cualquier escalada en Venezuela desencadenaría una respuesta estadounidense, lo que contribuiría a una creciente sensación de volatilidad en ese país.
Las recientes restricciones al espacio aéreo venezolano, implementadas tras la escalada de tensiones con Washington, obligaron a varios operadores turísticos rusos, incluyendo Pegas Touristik, a cancelar o desviar vuelos a Cuba. Estas interrupciones inquietaron aún más a los viajeros rusos y fueron un preludio de la evacuación más amplia que se está llevando a cabo, según el informe.
La reacción pública en Venezuela ha sido inmediata. Algunos ciudadanos cuestionan la veracidad de la evacuación; otros la ven como una señal de que Moscú se prepara para una convulsión política o para debilitar su histórico apoyo a Maduro, según el informe.
Los informes que circulan en las redes sociales sugieren que los vuelos podrían incluir no sólo turistas, sino también funcionarios rusos, empresarios y personas vinculadas a empresas comerciales conjuntas que ya no se sienten seguras en medio de la creciente inestabilidad.
La asociación de operadores turísticos no ha revelado cuántos rusos serán evacuados, de qué ciudades partirán ni los destinos finales de los vuelos, una falta de claridad que ha alimentado la especulación y ha dejado al gobierno de Maduro en una incómoda posición.
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