El presidente ruso, Vladimir Putin, acordó ayudar a la administración del presidente Donald Trump a negociar las conversaciones con Irán sobre el programa nuclear del país y su apoyo a grupos como Hamás y Hezbolá, según informan fuentes familiarizadas con la situación.

Trump transmitió su interés en las conversaciones mientras hablaba con Putin durante una llamada telefónica en febrero, y funcionarios de su administración discutieron la situación durante conversaciones en Arabia Saudita después, informa Bloomberg el martes, citando fuentes que declinaron ser identificadas debido a la sensibilidad del tema.

Rusia e Irán no han confirmado ni negado públicamente la solicitud, y la Casa Blanca no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios de Bloomberg.

Pero el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo, al responder a las preguntas enviadas por el medio, que «Rusia cree que Estados Unidos e Irán deben resolver todos los problemas mediante negociaciones».

Añadió que Moscú «está dispuesto a hacer todo lo que esté a su alcance para lograrlo».

Esmaeil Baghaei, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, dijo que es «natural» que los países ofrezcan ayuda, dada la importancia de los asuntos.

«Es posible que muchas partes muestren buena voluntad y disposición para ayudar en diversos problemas», dijo durante una conferencia de prensa el lunes en Teherán. «Desde esta perspectiva, es natural que los países presenten una oferta de ayuda si es necesario».

Según se informa, el secretario de Estado Marco Rubio y el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, junto con otros altos funcionarios de ambos países, discutieron el interés de Washington en que Moscú ayude a mediar en las conversaciones iraníes durante su reunión del 18 de febrero en Riad, informaron fuentes con conocimiento de las conversaciones.

Lavrov compartió detalles sobre la reunión con su homólogo iraní, Abbas Araghchi, cuando hablaron más tarde en Teherán, dijo Araghchi en una conferencia de prensa.

Mientras tanto, Trump ha enviado mensajes contradictorios sobre Irán tras su regreso a la Casa Blanca. Ha dicho que quiere recuperar la política de «máxima presión» de su primera administración, pero también dice que quiere empezar a trabajar en un «acuerdo de paz nuclear verificado con Irán» de inmediato.

Tanto Rusia como Irán han sido duramente sancionados por Estados Unidos, lo que les ha obligado a cooperar en varios factores, incluido el uso por parte de Rusia de numerosos drones de fabricación iraní para sus ataques contra Ucrania.

Pero los radicales iraníes que dominan el ejército y el poder judicial del país se oponen públicamente a cualquier acercamiento con Estados Unidos y podrían no estar abiertos a ninguna propuesta, incluso si la realiza Rusia.

Además, el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, dijo en febrero que no se puede confiar en Trump después de retirarse del acuerdo nuclear de la era Obama durante su primer mandato, e insistió en que no se presionará a Irán a negociar.

El presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, apoya la reactivación del acuerdo nuclear, pero dijo que respalda la oposición de Khameini a las conversaciones mientras Estados Unidos todavía mantenga sanciones sobre el país.

Nikolay Kozhanov, profesor asociado del Centro de Estudios del Golfo de la Universidad de Qatar, comentó que Irán y Estados Unidos están tratando de encontrar canales de comunicación productivos, pero un entendimiento sería «complejo» ya que Estados Unidos ofrece alivio de las sanciones mientras que Irán acepta contener sus ambiciones regionales.

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