En la República Dominicana, la publicidad electoral ha alcanzado niveles excesivos que inundan nuestros espacios públicos con mensajes partidistas, creando una contaminación visual que distrae y desinforma a los ciudadanos. Es fundamental que se establezcan regulaciones claras y estrictas para controlar la proliferación descontrolada de vallas, afiches y propaganda en general, garantizando así un entorno más limpio y respetuoso para la sociedad dominicana.

Además, la necesidad de fiscalizar el gasto en publicidad electoral es un aspecto crucial para evitar la influencia indebida del dinero en la política y asegurar la equidad entre los diferentes actores. La transparencia en el financiamiento de las campañas electorales es esencial para mantener la confianza de la ciudadanía en el proceso democrático y prevenir posibles prácticas corruptas que podrían socavar la legitimidad de las elecciones. Es responsabilidad de las autoridades y de la sociedad civil trabajar juntas para garantizar un sistema electoral más justo y transparente en la República Dominicana.