La educación es un derecho fundamental y una herramienta clave para el desarrollo de cualquier nación. En la República Dominicana, es imperativo que se prioricen los cupos en el sistema educativo público para los dominicanos por encima de los extranjeros. Esta medida es esencial no solo para garantizar que nuestros jóvenes tengan acceso a una educación de calidad, sino también para fomentar un sentido de identidad y pertenencia nacional. Al invertir en la educación de nuestros ciudadanos, estamos construyendo las bases para un futuro más próspero y equitativo, donde cada dominicano pueda alcanzar su máximo potencial.

Además, priorizar a los dominicanos en el acceso a la educación ayuda a fortalecer el tejido social de la nación y a reducir las desigualdades existentes. Cada día, nuestras escuelas enfrentan desafíos significativos relacionados con la escasez de recursos y la falta de infraestructura adecuada. En este contexto, es crucial que el enfoque educativo se centre primero en atender a la población que reside en el país y que contribuirá al desarrollo sostenible de nuestra sociedad. Al asegurar que nuestros jóvenes dominicanos tengan la oportunidad de recibir una educación digna y accesible, estamos no solo defendiendo sus derechos, sino también cimentando un futuro mejor para la República Dominicana en su conjunto.