El gobierno socialista se ampara en una ley que tiene como objetivo evitar acciones publicitarias en «portales, aplicaciones y productores de contenido» que puedan «dañar la imagen de las instituciones del Poder Ejecutivo»

La dupla que forma el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el magistrado Alexandre de Moraes consiguió otra forma de manifestar su rechazo hacia Elon Musk, el empresario y dueño de X, en medio de una pugna que comenzó con la publicación de los X Files.

Su venganza toma forma en la pauta publicitaria oficial, la cual fue suspendida para nuevos contratos con la plataforma. La Secretaría de Comunicaciones (Secom) fue la encargada de anunciar que desde el Palacio de Planalto no invertirán más dinero proveniente, además, del bolsillo de los brasileños, en dicha red social.

Dicha medida se ampara en una ley firmada en febrero pasado que tiene como objetivo evitar acciones publicitarias en “portales, aplicaciones y productores de contenido” que puedan “dañar la imagen de las instituciones del Poder Ejecutivo”.

No es poco el dinero proveniente del erario público que el gobierno de Lula da Silva ha puesto en X. Entre 2023 y 2024 esa cifra alcanza los 654.152 reales (casi 128.000 dólares), según cifras oficiales. Sin embargo, que Elon Musk desenmascarara las oscuras intenciones del magistrado para imponer la censura en el país, hizo que el actual gobierno socialista tomara la decisión de cerrar el grifo. De igual manera, es una decisión que posiblemente no le quita el sueño al también fundador de Tesla, para quien es más importante defender la libertad de expresión, incluso si eso implica asumir multas o cerrar las oficinas en el país latinoamericano.

La “tiranía” de Lula

Elon Musk no tiene problema en calificar de “tiranía” al gobierno socialista de Lula da Silva. En los últimos días se hizo eco de otros casos de censura contra antiguos y actuales funcionarios, como el diputado Nikolas Ferreira que está siendo investigado por la justicia o la exjueza Ludmila Lins Grilo, destituida el año pasado por decisión del Tribunal de Justicia de Minas Gerais (TJ-MG) luego de criticar investigaciones por supuestas fake news desde el Supremo Tribunal Federal (STF), del que casualmente de Moraes forma parte.

Mientras tanto, Lula da Silva decidió referirse al tema a pesar de que el protagonismo lo ha dejado al magistrado, precursor de esta cacería contra quienes se manifiestan en contra del gobierno. Con este contexto, recurrió a una retórica desfasada de la realidad donde menciona palabras como “extrema derecha” y “xenofobia”.

“Si vamos a permitir que el mundo experimente la xenofobia del extremismo, que es lo que está ocurriendo: el crecimiento de la extrema derecha, que se da el lujo de permitir que un empresario estadounidense, que nunca ha producido una brizna de hierba en este país, se atreva a hablar mal de la Corte brasileña, de los ministros brasileños y del pueblo brasileño”, dijo.

 

Campaña de miedo del STF

Luego de que Alexandre de Moraes amenazara a empleados y abogados de X en Brasil sobre un proceso penal después de la promesa de Musk de desafiar las órdenes de censura, el administrador de la plataforma en el país, Diego de Lima Gualda, presentó su renuncia.

Un día antes, de Moraes “había negado la solicitud de la filial brasileña de que cualquier desobediencia judicial fuera atribuida únicamente a la sede internacional de la empresa”, reportó Folha de S.Paulo. El nombre del administrador está incluido en los X Files donde emitió comentarios contra el magistrado.