Haití se ha derrumbado. El Presidente ya no está en el país. Los puertos están oficialmente cerrados. Bandas de caníbales asedian el palacio nacional de Puerto Príncipe. se había publicado en una cuenta de X

Al día de hoy se cumplen 19 días en que el Presidente de El Salvador Nayib Bukele ofreció públicamente que podría arreglar la situación de violencia que vive el pueblo de Haití.

El presidente Salvadoreño, reconocido internacionalmente como un paradigma en la región, por su modelo aplicado en la solución de la violencia que ha vivido su propio país, aunque cabe destacar, que por el mismo hecho, ha sido criticado por diferentes organismos internacionales por «supuestas violaciones a los derechos humanos», ha escrito en su cuenta oficial de X, que podría intervenir en la nación caribeña, y solo pide tres condiciones:

  • Una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU
  • El Consentimiento del país anfitrión (La República de Haití)
  • El pago de todos los gastos

El ofrecimiento lo hizo en respuesta a una publicación de  @stillgray   que hablaba del colapso en que se encuentra esa nación:

Haití se ha derrumbado. El Presidente ya no está en el país. Los puertos están oficialmente cerrados. Bandas de caníbales asedian el palacio nacional de Puerto Príncipe. Decía esta publicación.

Hasta la fecha, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no ha emitido ninguna respuesta oficial a dicho ofrecimiento, Mientras Haití sigue sumido en un estado de incertidumbre.

“Podemos arreglarlo. Pero necesitaremos una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento del país anfitrión y que estén cubiertos todos los gastos de la misión”, publicó Bukele en inglés en su cuenta de X,

En enero de 2023, El Salvador se había comprometido a abrir una oficina de cooperación en dicho país para “reducir los altos índices de criminalidad”, según informó entonces la Vicepresidencia.

Meses después, en marzo, el vicepresidente, Félix Ulloa, afirmó en la XXVIII Cumbre Iberoamericana que su país está listo para enviar una misión de asistencia a Haití tras un intercambio de notas entre sus jefes de Estado.

Ulloa indicó que “en un intercambio de notas entre el presidente Nayib Bukele y el primer ministro Ariel Henry se ha logrado el acuerdo para establecer una oficina de El Salvador en la República de Haití”.

“Es hora de pasar a la acción, han habido muchos discursos, muchos acuerdos, muchas resoluciones sobre el caso haitiano, pero hay que ir sobre el terreno y El Salvador está listo para enviar una misión inmediatamente se terminen los acuerdos diplomáticos”, agregó el vicemandatario salvadoreño.

Bukele y sus funcionarios afirman que El Salvador se ha convertido en el país más seguro del Hemisferio Occidental gracias a la implementación de un régimen de excepción enfocado en la “guerra contra las pandillas”, que suspende derechos constitucionales y ha dejado más de 78,100 detenciones.

La política de seguridad de detenciones masivas ha sido criticada por organismos locales e internacionales de derechos humanos, que han recibido denuncias de atropellos, entre detenciones arbitrarias, tortura y muertes en prisiones sin esclarecer.

La medida extraordinaria entró en vigencia en El Salvador tras una escalada de asesinatos en marzo de 2022, atribuida a las pandillas y que investigaciones de medios locales indican se dio por la ruptura de un pacto entre el Gobierno y las maras.

La violencia en Puerto Príncipe ha aumentado significativamente desde que el 28 de febrero se conociera que Ariel Henry se había comprometido a celebrar elecciones en Haití antes de finales de agosto de 2025, una fecha muy lejana si se tiene en cuenta que el primer ministro debió concluir su mandato el pasado 7 de febrero, según un acuerdo de 2022.

En medio de esta escalada de violencia, el pasado fin de semana las bandas criminales ingresaron en las dos principales cárceles de la capital, permitiendo la fuga de más de 3 mil presos.

Henry, actualmente en Puerto Rico y la máxima autoridad del país tras el asesinato en 2021 del presidente Jovenel Moise, es ahora objeto de presiones dentro y fuera de Haití para favorecer una transición que ayude a frenar la aguda crisis y la extrema violencia en la nación isleña.

Una comisión de transición ha sido conformada, que tiene como uno de sus objetivos, elegir a un Primer Ministro interino, para luego fijar un calendario electoral.