Santo Domingo. Hernani Aquino, propulsor de la campaña patriótica @RDPorLoAlto, reconociendo que la República Dominicana, es una tierra de encanto y esplendor, llamó a reflexionar sobre nuestra responsabilidad de valorar y proteger este hogar compartido. En medio de su majestuosa belleza natural, donde la exuberante vegetación se funde con playas de ensueño y montañas imponentes, donde encontramos la esencia misma de nuestra identidad como dominicanos.

Aquino sostiene que hoy, más que nunca, debemos reconocer el invaluable tesoro de la paz social que nos distingue. Es en la armonía y el respeto mutuo donde hallamos la verdadera grandeza de nuestra nación. Por ello, es imperativo que cada uno de nosotros asuma el compromiso de preservar este legado de convivencia pacífica, de tolerancia y de solidaridad que nos enorgullece.

En un mundo donde la vorágine de la vida moderna puede desviarnos de lo esencial, recordemos que nuestra República Dominicana es un refugio de serenidad y seres generosos. Cuidemos, pues, cada rincón de nuestro país como si fuera el jardín más preciado, donde cada árbol, cada arroyo, cada animalito constituye un testimonio de la maravillosa diversidad que nos define.

Que el amor por nuestra tierra nos inspire a protegerla con ardor y dedicación, a ser guardianes fervientes de su esplendor natural y custodios celosos de su armonía social. En nuestras manos radica el poder de preservar un legado invaluable para las generaciones venideras, un legado que habla de unidad, de respeto y de amor por lo nuestro.

Hagamos de este compromiso una bandera que ondee en cada corazón dominicano, una razón de orgullo y de honor que nos una en un propósito común: el de construir y fortalecer una República Dominicana cada vez más próspera, más justa y más hermosa, donde la tranquilidad y la belleza de su entorno sean el reflejo de la grandeza de su gente.

En este llamado a la conciencia y a la acción, encomendemos a cada dominicano la tarea de ser partícipe activo en la defensa y preservación de nuestro país. Que cada gesto de cuidado, cada acto de solidaridad, cada instante de respeto hacia nuestra tierra y nuestros semejantes sea la semilla de un porvenir mejor, donde la República Dominicana brille con luz propia, como faro de esperanza y ejemplo de amor por lo auténtico y lo verdadero.

Juntos, como una gran familia unida por la historia y el destino común, elevemos nuestro compromiso de valorar y proteger nuestra República Dominicana, de preservar su paz social y de celebrar sus grandes bellezas naturales como tesoros incalculables que nos pertenecen a todos.

En la unión y en la acción solidaria, en el respeto y en la gratitud hacia nuestra tierra, encontraremos la fuerza y la inspiración necesarias para construir un futuro donde la grandeza de la República Dominicana resplandezca con todo su esplendor, como reflejo de la pasión y el amor que cada dominicano lleva en su corazón.

 

¡Por una República Dominicana valorada, protegida y amada por todos.