Hoy, 5 de junio, en el Día Mundial del Medio Ambiente, la República Dominicana enfrenta desafíos urgentes que requieren acción decidida y sostenida. La deforestación, la contaminación de ríos, el manejo inadecuado de residuos sólidos y la pérdida de biodiversidad amenazan nuestros recursos naturales. Aunque se han hecho avances en políticas ambientales, la falta de cumplimiento efectivo y la débil fiscalización agravan el deterioro de nuestros ecosistemas.
El crecimiento urbano desordenado, la presión sobre zonas protegidas y la actividad humana irresponsable continúan socavando el equilibrio ecológico. Las consecuencias son visibles: inundaciones más frecuentes, pérdida de calidad del aire y del agua, y un impacto directo sobre la salud y calidad de vida de la población. La educación ambiental, la participación comunitaria y la responsabilidad empresarial deben ser ejes fundamentales de una nueva cultura ambiental.
El llamado es claro: proteger el medio ambiente no es una opción, es una obligación patriótica. El país necesita políticas firmes, inversión pública y privada en sostenibilidad, y una ciudadanía consciente que defienda lo que nos pertenece a todos. Hoy más que nunca, debemos actuar con visión y unidad para que nuestras futuras generaciones hereden una República Dominicana verde, viva y resiliente.
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