Giovanny Andrés Rojas, alias Araña, es uno de los que encabeza la lista de más de setenta enemigos públicos ecuatorianos.

En medio de la avanzada de Ecuador contra el narcotráfico fue publicada una lista de más de setenta criminales declarados objetivos militares y enemigos públicos del país, buscados por su activa participación en hechos delictivos, como la producción y tráfico de estupefacientes o la financiación de grupos criminales.

El listado es liderado por un colombiano y un ecuatoriano, acusados como los principales dinamizadores del narcotráfico en ese país y detonantes de la crisis de orden social que allí se vive.

Los señalados son Giovanny Andrés Rojas, alias Araña, máximo jefe de los Comandos Frontera de las disidencias de las Farc Segunda Marquetalia, a quien lo ponen por encima hasta de alias Fito, considerado por muchos como el principal capo del narcotráfico en Ecuador.

El otro que encabeza la lista de objetivos militares de Ecuador es el líder del cartel de Sinaloa, Ismael ‘el Mayo’ Zambada, considerado el heredero de Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán dentro del cartel.

La lista difundida en la madrugada del vienes 19 de abril da cuenta de las alianzas colombianas, mexicanas y ecuatorianas para producir y exportar droga hacia Estados Unidos y demás países europeos.

“De muchos de ellos, nadie ha tenido la valentía de decir sus nombres y dar su ubicación, sino que se han enfocado en capos menores, pero las estructuras son muy grandes y muy fuertes”, declaró el presidente de Ecuador Daniel Noboa.

Los capos colombiano y mexicano integran el primer nivel de peligrosidad de los objetivos militares ecuatorianos, en el segundo están:

Walter Homero Cabeza Barbosa, alias Cabeza

Alias Orejas

Daniel Humberto Mora Asanza

Alias Mercus

Enrique Antonio Portocarrero Castillo, alias Chugo Porto

En el tercer nivel están:

José Adolfo Macias Villamar, alias ‘Fito’

Terry Israel Camacho Pacheco, alias Trompudo

Antonio Benjamín Camacho Pacheco, alias Ben 10

Ronald Atenor Bravo, alias “Ronald

¿Qué significa ser un “objetivo militar” en Ecuador?

El presidente, Daniel Noboa declaró “objetivos militares” a quienes asesinan a policías y militares; esto implica un trabajo de inteligencia del Estado para lograr localizarlos y capturarlos. ¿Bajo qué condiciones se hace esta búsqueda?

Viven como uno más de los habitantes de las zonas urbanas o rurales que el resto de gente. No andan exhibiendo un letrero que diga ‘yo soy terrorista’ o integrante de una de las 22 organizaciones delincuenciales declaradas por el Gobierno como terroristas que deben ser “neutralizadas”.

Así actúa en la sociedad una gran parte de los miembros los integrantes de dichas organizaciones, incluso aquellos que ayer  fueron catalogados oficialmente como “objetivos militares” tras asesinar a dos uniformados, expertos en seguridad nacional en el contexto ecuatoriano: el docente de posgrado en políticas públicas de seguridad, Daniel Pontón, y el exconsejero presidencial de seguridad Wagner Bravo.

Por tanto, explicaron ambos especialistas, es un verdadero desafío en materia de seguridad nacional, en especial para los denominados “sistemas de inteligencia”, el localizar a estos “objetivos militares”. 

Lo dijeron luego de puntualizar que la de ayer fue la segunda declaratoria de este tipo, pero esta vez enfocada en los responsables de asesinar a dos uniformados, desde que el nueve de enero el presidente Daniel Noboa reconociera la existencia de un conflicto armado interno.

Como se recuerda, este lunes el presidente Noboa declaró que “cualquier asesino de policías o miembros de las Fuerzas Armadas es considerado objetivo militar”. Lo dijo como reacción ante el crimen de dos uniformados en la vía a Samborondón, en Guayas.

Noboa formuló esta declaración en el marco de un acto formal de entrega de una instalación policial en Milagro al que, a su vez, se refirió como un día agridulce: “Dulce por lo que estamos viendo acá, agrio porque hemos sufrido bajas de la Policía Nacional. Cualquier asesino de fuerzas del orden es considerado objetivo militar”, dijo Noboa.

En este sentido Noboa indicó que quienes atenten contra servidores policiales y de Fuerzas Armadas son considerados un objetivo militar, de acuerdo con el Decreto Ejecutivo 111, emitido el 9 de enero anterior.

“No vamos a andar tolerando asesinatos directos a nuestras fuerzas del orden. Si nosotros no podemos proteger a Policía y Fuerzas Armadas, no podemos castigar de la manera más dura al que atente contra ellos, entonces, pues, mi trabajo sería un fracaso, y yo no voy a fracasar en esta guerra y estaré siempre al frente de la Policía y Fuerzas Armadas”, aseveró.

¿Qué significan, en la práctica, estas declaraciones? ¿Qué implican?

Según los especialistas consultados, representan un desafío para los denominados sistemas de inteligencia por la dificultad de identificar y localizar a dichos objetivos militares, que es, precisamente, el primer paso para ejecutar la propia orden de neutralizarlos

El segundo paso, indicaron, es el de que, una vez localizados, se proceda a su detención, pero, con la autorización de uso de progresivo de la fuerza, incluso de la fuerza letal, es decir aquella que tiene el poder de ocasionar la muerte de personas.

Una tercera y última característica que implica la declaratoria de objetivos militares es que la actuación para neutralizarlos y ponerles a órdenes de las autoridades implica, obligatoriamente, el respeto a las normas de derecho internacional, indicaron los especialistas. Esto significa utilizar “todo el poder de combate” que tienen los militares en caso de que sean recibidos con ataques de armas de fuego u otro tipo de agresiones.

Bravo sostuvo que, “si las Fuerzas Armadas tienen la misión de neutralizar a estos grupos terroristas y el sistema de inteligencia militar está dedicado a localizarlos, estos se convierten en objetivo de alto valor y prioridad de localización. En los últimos 3 o 4 meses no hemos tenido muchos actos terroristas, pero sí bastante crimen organizado, no sicariatos y secuestros”, comentó.

En este mismo sentido, el catedrático Pontón dijo que las fuerzas del orden están facultadas a aplicar el “principio de necesidad” de uso de la fuerza para garantizar la seguridad nacional una vez que se los identifique y localice a las personas catalogadas como “objetivos militares». “Una vez que se los identifique habrá un allanamiento a su morada para apresarlos y, si hay resistencia, aplicar el uso de la fuerza”.

 

Al atacar a los policías o militares están haciendo un acto terrorista, están atacando al Estado porque son la fuerza de cohesión y el brazo armado del Estado. Por tanto, al declararlos como objetivos militares significa que vamos a hacer todos los esfuerzos para localizarlos y capturarlos.  No quiere decir que los vamos a asesinar. Simplemente los vamos a poner a órdenes de la justicia; pero, si en ese interín, el rato de ser capturados utilizan las armas, habrá que usar las armas letales”, dijo Bravo.

Fuente: Chequea Ecuador, Infobae.