Israel se encuentra en una situación geopolítica compleja, rodeado por países y organizaciones que lo consideran su enemigo. A lo largo de los años, ha enfrentado múltiples conflictos en diversas regiones de Oriente Medio. Actualmente, mantiene siete frentes de conflicto, cada uno con características y desafíos propios.

1. Gaza: El frente más visible

El primer frente, y quizás el más conocido, es el de Gaza, donde Israel ha librado una guerra prolongada contra Hamas. La franja de Gaza, controlada por esta organización, ha sido escenario de continuos enfrentamientos desde que Hamas perpetró ataques en territorio israelí en octubre del año pasado. A pesar de los esfuerzos de Israel para eliminar a los líderes y desmantelar la infraestructura de Hamas, esta organización sigue profundamente arraigada en la población y mantiene rehenes israelíes.

A lo largo de este conflicto, Israel ha sufrido bajas civiles y militares, y aunque ha logrado eliminar a algunos líderes de Hamas, como Ismail Haniyeh, en muchos casos la organización sigue operando desde túneles subterráneos. Esta situación ha dejado a Gaza al borde de un desastre humanitario, con más de 42,000 palestinos muertos y gran parte de la franja destruida.

2. Cisjordania: La creciente influencia de Hamas

El segundo frente de Israel se encuentra en Cisjordania (Judea y Samaria para los israelíes), donde la situación también es tensa. Israel ha lanzado operaciones para desmantelar supuestas infraestructuras terroristas, muchas de ellas vinculadas con Irán. Sin embargo, la guerra en Gaza ha aumentado la popularidad de Hamas en esta región, tradicionalmente menos influenciada por el islamismo radical. Esto ha provocado un aumento de la violencia y la destrucción de infraestructura básica.

3. Líbano: Hezbolá como amenaza constante

El sur del Líbano es otro foco de conflicto, donde Israel enfrenta a Hezbolá, una organización respaldada por Irán. Aunque Israel ha logrado victorias significativas en este frente, como la eliminación de líderes clave y la destrucción de infraestructura militar, Hezbolá sigue siendo la milicia más poderosa en la región, con un arsenal que sigue representando una amenaza seria para Israel.

4. Yemen: Los hutíes en la sombra

Aunque Yemen está geográficamente distante, los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, han comenzado a hostigar a Israel lanzando drones y atacando buques en el estrecho de Bab el-Mandeb. Aunque los hutíes no representan una amenaza directa significativa, su capacidad para interferir en rutas comerciales y atacar objetivos occidentales ha llevado a Israel y sus aliados a responder con ataques aéreos sobre Yemen.

5. Siria: Un enemigo debilitado, pero presente

Siria, bajo el régimen de Bashar al-Assad, ha sido históricamente un enemigo de Israel. A pesar de la devastación causada por la guerra civil, Siria sigue siendo una base de operaciones para milicias respaldadas por Irán. Israel ha llevado a cabo varios ataques aéreos sobre instalaciones militares en Siria, eliminando altos funcionarios iraníes, y sigue considerando a este país una pieza clave en el eje de la resistencia.

6. Irak: Milicias pro-iraníes y el riesgo de escalada

Aunque no comparte frontera con Israel, Irak se ha convertido en otro frente importante. Las milicias chiitas pro-iraníes en Irak han lanzado ataques con drones y misiles contra Israel, además de amenazar con intensificar sus operaciones contra las fuerzas estadounidenses presentes en el país. Esta creciente influencia iraní en Irak sigue siendo motivo de preocupación para Israel.

7. Irán: El principal enemigo

El frente más complicado y estratégico para Israel es Irán, el corazón del eje de la resistencia. A pesar de su tamaño y poder militar, Irán no ha enfrentado un conflicto directo a gran escala con Israel. Sin embargo, el país persa ha sido el principal apoyo de organizaciones como Hamas y Hezbolá, y su programa nuclear representa la mayor amenaza para Israel. Israel ha realizado ataques preventivos contra instalaciones nucleares iraníes, y el riesgo de una confrontación directa sigue latente.

Israel enfrenta una guerra asimétrica y multifrontal, con siete frentes activos y el riesgo constante de que la situación escale hacia un conflicto regional mayor. Aunque ha logrado importantes victorias, la naturaleza prolongada y compleja de estos conflictos hace que la paz en la región siga siendo difícil de alcanzar. La gran pregunta es si Israel, bajo el liderazgo de Benjamin Netanyahu, está dispuesto a escalar estos enfrentamientos, especialmente contra Irán, lo que podría desencadenar una guerra de dimensiones globales.