En un contexto económico global marcado por la incertidumbre, el dólar estadounidense ha experimentado un fuerte aumento frente a muchas monedas del mundo, especialmente en América Latina. En los primeros seis meses del año, tres países han visto cómo sus monedas sufren importantes devaluaciones frente al dólar: Argentina, Chile y Colombia.

Argentina: una devaluación histórica

El peso argentino ha caído un 18.7% frente al dólar en lo que va del año. Esta situación se enmarca en décadas de crisis económicas y recurrentes ciclos inflacionarios, que han generado desconfianza en la moneda local. El peso, que alguna vez estuvo a la par del dólar, hoy vale menos de un centavo de dólar, y en el mercado informal (conocido como «dólar blue») su valor es aún menor. La dependencia de la economía argentina del dólar, tanto en el sector agrícola como en la industria, sumada a la inestabilidad política, ha acelerado el proceso de devaluación. Las tensiones entre el presidente Alberto Fernández y su vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner también han contribuido a este escenario.

Chile: el impacto de la baja del cobre

El peso chileno ha registrado una depreciación del 12.3%, la mayor caída en 13 años. Las razones principales incluyen la baja en el precio del cobre, el principal producto de exportación del país, y la incertidumbre económica internacional. Además, la posible recesión global y el plebiscito sobre la nueva Constitución han generado incertidumbre política en Chile. La masiva inyección de liquidez, debido a las ayudas fiscales durante la pandemia y el retiro anticipado de fondos de pensiones, también ha incrementado el déficit en cuenta corriente, presionando aún más la moneda.

Colombia: incertidumbre política y dependencia del petróleo

El peso colombiano ha caído un 6.3% frente al dólar. Aunque el contexto global ha impulsado la búsqueda de activos más seguros, en el caso de Colombia existe un elemento adicional: el riesgo político. La llegada de Gustavo Petro al poder y su propuesta de reducir la dependencia del petróleo ha generado inquietudes en algunos sectores. El petróleo es el principal producto de exportación de Colombia, y una menor entrada de divisas podría agravar la devaluación de la moneda. A pesar de esto, los bonos de deuda colombianos no se han desvalorizado significativamente, lo que indica cierta confianza en la estabilidad del país.

Las devaluaciones de las monedas en Argentina, Chile y Colombia han sido notables este año. Sin embargo, otros países de la región han mantenido una mayor estabilidad cambiaria. México, por ejemplo, no ha experimentado grandes turbulencias, mientras que el real brasileño y el sol peruano han mostrado un desempeño favorable en este periodo.