Estados Unidos suspendió un envío de municiones de fabricación estadounidense a Israel la semana pasada en medio de preocupaciones sobre una invasión israelí de la ciudad de Rafah, en Gaza, donde se refugian más de un millón de refugiados palestinos, según dos funcionarios israelíes.

La retención de municiones marca la primera vez que Estados Unidos detiene un envío al ejército israelí desde los ataques de Hamas el 7 de octubre, y está generando preocupaciones dentro del gobierno de Israel, dijeron funcionarios a Axios.

La Casa Blanca se negó a comentar sobre la decisión, y el Pentágono, el Departamento de Estado y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no respondieron a las preguntas.

Sin embargo, Biden enfrenta críticas por su apoyo a las acciones de Israel en Gaza, y la administración pidió en febrero que el ejército israelí mostrara pruebas de que las armas fabricadas en Estados Unidos se están utilizando de acuerdo con el derecho internacional. Israel firmó una carta con sus garantías en marzo.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha insistido varias veces en los últimos días en que planea ordenar la invasión de Rafah, incluso si Israel y Hamas pueden llegar a un acuerdo para un alto el fuego y la liberación de los rehenes que Hamas aún mantiene en Gaza.

El primer ministro, en una declaración sobre el Día de Conmemoración del Holocausto el domingo, insinuó las tensiones con la administración Biden.

«En el terrible Holocausto, hubo grandes líderes mundiales que se quedaron de brazos cruzados; por lo tanto, la primera lección del Holocausto es: si no nos defendemos a nosotros mismos, nadie nos defenderá. Y si tenemos que estar solos, estaremos solos», comentó.

Mientras tanto, Netanyahu y el secretario de Estado, Antony Blinken, mantuvieron una conversación «difícil» en Israel sobre la operación planeada en Rafah, dijeron fuentes informadas sobre la reunión.

Según los informes, Blinken le dijo a Netanyahu que Estados Unidos se opondría públicamente a un ataque contra Rafah y que una acción militar en la ciudad dañaría las relaciones entre Estados Unidos e Israel.

El jueves, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, dijo a los periodistas que los líderes israelíes saben que Biden es «sincero» sobre cambiar la política sobre la guerra en Gaza si la operación terrestre «no tiene en cuenta a los refugiados».

El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, reiteró el sábado esa postura, comentando en una conferencia del Financial Times que la administración ha dejado en claro que la política de Estados Unidos se verá influenciada por cómo avance la operación de Rafah.

Mientras tanto, Netanyahu ha dicho que no aceptará poner fin a la guerra como parte de un acuerdo de rehenes que permita a Hamas permanecer en el poder en Gaza.