Estados Unidos. La Casa Blanca está implementando un nuevo plan de contratación federal «basado en el mérito» y ha ordenado explícitamente a las agencias que no tengan en cuenta la raza y el género al contratar.

«El pueblo estadounidense merece una fuerza laboral federal dedicada a los valores estadounidenses y a un servicio eficiente», dijeron en un comunicado de prensa Vince Haley, asistente del presidente Donald Trump para política interna, y Charles Ezell, director interino de la Oficina de Administración de Personal de Estados Unidos.

Sin embargo, los criterios de contratación federales abandonaron hace mucho tiempo cualquier exigencia seria de habilidades técnicas y apego a la Constitución. En cambio, el complejísimo sistema de contratación federal sobreenfatizó las cuotas discriminatorias de «equidad» y, con demasiada frecuencia, resultó en la contratación de burócratas incompetentes y sin habilidades. El pueblo estadounidense, que merece un gobierno que trabaje para él, ha sufrido.

El plan exige reformar el proceso federal de reclutamiento para garantizar que solo los estadounidenses más talentosos, capaces y patriotas sean contratados en el servicio federal. Implementa la contratación basada en habilidades; elimina requisitos innecesarios de titulación; exige el uso de evaluaciones rigurosas relacionadas con el puesto para garantizar que los candidatos sean seleccionados por sus méritos y competencias, no por su color de piel o trayectoria académica; optimiza y mejora el proceso de solicitud de empleo; y reduce el tiempo de contratación a menos de 80 días, priorizando el uso de grupos de talento y certificados compartidos, y optimizando el proceso de verificación de antecedentes.

La Casa Blanca ha eliminado aproximadamente 100.000 puestos de trabajo en agencias federales.