Un problema transversal que empeora el drenaje urbano

Por Joel Gneco

Santo Domingo. La gestión inadecuada de los desechos sólidos en la República Dominicana ha generado un impacto significativo en la capacidad de retención y desagüe de los sistemas de drenaje pluvial urbano. En nuestras calles y avenidas es común encontrar residuos sólidos, especialmente plásticos y foam, lo cual no solo refleja una preocupante cultura de suciedad, sino que también potencia el efecto adverso sobre los sistemas de drenaje.

La situación se agrava por la inexistencia de una red colectora de aguas pluviales adecuada en las ciudades. Las deficiencias en la construcción de infraestructuras han interrumpido la topografía natural de la ciudad hacia los medios receptores, mientras que la falta de mantenimiento adecuado empeora el problema. Las cañadas, a menudo llenas de basura, sufren especialmente debido a que los barrios marginados que las rodean arrojan incesantemente residuos en ellas.

La pobre gestión integral de residuos sólidos, caracterizada por una recogida ineficiente, una disposición inicial inapropiada y una alta generación per cápita de residuos en nuestras grandes ciudades, contribuye a las constantes y cada vez más graves inundaciones urbanas. Estos problemas han causado pérdidas de vidas humanas y cuantiosos daños materiales, recordándonos los últimos dos noviembres fatídicos y las recientes precipitaciones que paralizaron las ciudades de la región metropolitana.

Plan Integral para Enfrentar la Problemática del Drenaje Pluvial Urbano

Para enfrentar de manera efectiva la problemática del drenaje pluvial urbano, se requiere un plan integral, directo y transversal que no solo aborde la mejora de la gestión de desechos sólidos, sino que también contemple la implementación de soluciones mixtas. Este plan debe incluir la construcción de grandes redes colectoras y la integración de receptores naturales o artificiales, como tanques de tormenta en las zonas de anegación. Estos tanques de tormenta pueden capturar y almacenar grandes volúmenes de agua pluvial durante eventos de lluvia intensa, liberándola gradualmente para evitar sobrecargas en los sistemas de drenaje.

Además, se deben implementar soluciones puntuales de bajo costo, como el uso de sistemas de drenaje urbano sostenibles (SUDS, por sus siglas en inglés). Estas soluciones incluyen pavimentos permeables, jardines de lluvia y zanjas filtrantes, que aumentan la capacidad de infiltración del suelo, reduciendo la escorrentía superficial hacia las calles y avenidas. Este enfoque no solo ayuda a manejar el agua de lluvia de manera más eficiente, sino que también mejora la calidad del agua al permitir la filtración natural y reducir la carga de contaminantes en los cuerpos de agua receptores.

 

Otra medida esencial es la aplicación de ordenanzas municipales que promuevan el aumento de la capacidad de permeabilidad de la ciudad. Esto puede incluir requisitos para la construcción de techos verdes, la ampliación de áreas verdes urbanas y la reducción de superficies impermeables en desarrollos urbanos. Al disminuir la escorrentía superficial, se reduce la presión sobre los sistemas de drenaje y se mitiga el riesgo de inundaciones.

Es imperativo que las autoridades implementen políticas efectivas de gestión de residuos sólidos, que incluyan la recogida eficiente, el tratamiento adecuado y la disposición final correcta de los residuos. Además, es fundamental educar a la ciudadanía sobre la importancia de mantener las calles libres de basura y promover prácticas sostenibles que minimicen la generación de residuos.

La colaboración entre el gobierno y la sociedad civil es esencial para mejorar la capacidad de desagüe de nuestros sistemas de drenaje pluvial y prevenir futuras inundaciones. Exhortamos a las autoridades a reforzar las infraestructuras existentes, desarrollar nuevas soluciones para el manejo de aguas pluviales y garantizar el mantenimiento regular de los sistemas de drenaje. Asimismo, llamamos a la ciudadanía a asumir su responsabilidad en la conservación del medio ambiente, manteniendo limpias las calles y evitando arrojar basura en lugares inapropiados.

Solo mediante un esfuerzo conjunto y sostenido podremos lograr ciudades más resilientes, seguras y habitables, donde los desechos sólidos no representen un obstáculo para el desarrollo urbano y el bienestar de todos.