La Universidad Estatal de Haití, a través de su rectorado, anuncia la creación de un grupo de trabajo dedicado a la restitución de la deuda de independencia. Esta deuda, resultante de los rescates pagados en los siglos XIX y XX por las autoridades haitianas a Francia.
Haití. Consciente de la urgencia de actuar, la Universidad Estatal de Haití (UEH), ha formado un grupo de trabajo que reúne a personalidades académicas. Entre ellos, la profesora Judith Blanc, el profesor Eddy Labossière, Alvarez LOUIS, Glodel Mezilas, la profesora Alix RENÉ y el profesor Jean Marie THEODAT. Su misión será definir las estrategias necesarias para movilizarse tanto a nivel nacional como internacional para la restitución de esta deuda, estimada en varios miles de millones de dólares.
Este grupo de trabajo planea realizar estudios en profundidad para fortalecer el caso, sensibilizar a los diferentes sectores de la sociedad haitiana, contactar actores nacionales e internacionales y publicar información para iluminar a la opinión pública.
El importe de esta deuda, oculta durante mucho tiempo, fue revelado al público en particular gracias a los esfuerzos de figuras políticas como el ex presidente Jean-Bertrand Aristide, que puso de relieve la injusticia de esta situación.
Más recientemente, en febrero de 2023, el New York Times recordó esta deuda, mientras que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, reconoció públicamente la necesidad de que Francia la pague a Haití.
Hace 220 años Haití se convirtió en la primera nación independiente en América Latina, la república negra más antigua del mundo y la segunda república más antigua del hemisferio occidental después de Estados Unidos.
El 17 de abril de 1825, el presidente haitiano Jean-Pierre Boyer firmó la Real Ordenanza de Carlos X.
La ordenanza le prometía a Haití reconocimiento diplomático francés a cambio de un arancel del 50% de reducción a las importaciones francesas y una indemnización de 150 millones de francos (unos US$21.000 millones de hoy), pagadera en cinco cuotas.
¿Por qué una indemnización?
Porque el nuevo país tenía que compensar a los plantadores franceses por las propiedades que habían perdido, no sólo tierra sino también esclavos.
Y si el gobierno haitiano no firmaba el acuerdo, el país no sólo seguiría aislado diplomáticamente sino que sería bloqueado por una flotilla de buques de guerra franceses que ya estaba en la costa haitiana.
Esos 150 millones de francos en oro equivalían a los ingresos anuales del gobierno haitiano multiplicados por 10, de manera que no sorprendió que cuando llegó el momento de hacer el primer pago Haití tuviera que pedir un préstamo.
Francia no tenía problema con que lo hiciera, siempre y cuando acudiera a un banco francés.
La deuda de la Independencia
Así empezó formalmente lo que se conoce como la deuda de la Independencia.
Un banco francés le prestó a Haití 30 millones de francos -el monto de la primera cuota que debía- y le dedujo automáticamente 6 millones de francos por comisiones.
Con lo que quedó, 24 millones de francos, Haití le empezó a pagar reparaciones a Francia, lo que quiere decir que ese dinero pasó directo de las bóvedas del banco francés a las de la tesorería francesa.
En ese mismo instante, Haití quedó debiéndole 30 millones al banco francés y 6 millones más de la deuda total a Francia que lo que debía antes de hacer el primer pago.
Era una espiral sin fin para pagar una deuda inmensa que incluso cuando fue rebajada a la mitad en 1830 era demasiado alta para el país caribeño.
Tuvo que pedir enormes préstamos a bancos estadounidenses, franceses y alemanes con tasas de interés exorbitantes que le obligaban a destinar la mayor parte del presupuesto nacional en reembolsos.
Finalmente, en 1947 Haití terminó de compensar a los dueños de las plantaciones de aquella colonia francesa que fue la perla de las Antillas.
Le tomó 122 años pagar su deuda de la Independencia.
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