Las pandillas, aprovechando la ausencia del Primer Ministro en el país, luego de un viaje a Kenia, África Oriental

La situación de Haití es actualmente muy confusa, Las pandillas se han vuelto cada vez más violentas y decididas en derrocar al gobierno del primer ministro interino Ariel Henry. Las pandillas, aprovechando la ausencia del Primer Ministro en el país, luego de un viaje a Kenia, África Oriental, para firmar el acuerdo de cooperación que daría paso a las fuerzas kenianas para liderar la misión de mantenimiento de la paz en el país, empezaron a llevar a cabo una serie de ataques coordinados.

En Puerto Príncipe, decidieron atacar infraestructuras estratégicas desde el jueves 29 de febrero. Estos ataques han tenido como resultado la suspensión del tráfico aéreo hacia el país, ya que el principal aeropuerto, el aeropuerto internacional Toussaint Louverture fue atacado por bandas que han fortalecido su control del terrorismo en el área de Puerto Principe.

No se registraron vuelos comerciales, procedente de Estados Unidos o Francia en dicho aeropuerto de Puerto Príncipe el lunes 4 de marzo, ni tampoco el martes 5 de marzo. Tampoco operaron vuelos nacionales, ni ningún avión privado utilizó la única pista aérea, desde el lunes 4 de marzo de 2024.

El gobierno declaró el estado de emergencia en el Departamento Oeste, que también se ha visto afectado por estos ataques. Según el decreto oficial, el gobierno habría tomado la decisión de declarar el estado de emergencia en todo el departamento por un período de tres días, renovable dependiendo de las circunstancias, para restablecer el orden y tomar las medidas apropiadas para recuperar el control de la situación.

Se impuso un toque de queda el domingo 3 de marzo de 2024, de desde las 8:00pm hasta las 5:00am, y un toque de queda desde las 6:00pm hasta las 5:00am, del lunes hasta miércoles día 7 de marzo.

El decreto oficial afirma que la decisión se tomó en parte debido al creciente deterioro de la situación de seguridad en el país, especialmente en el área metropolitana de Puerto Príncipe, que se caracteriza por actos criminales cada vez más violentos perpetrados por bandas armadas, causando desplazamientos de población y que consisten, en particular, en secuestros y asesinatos de ciudadanos pacíficos, violencia contra mujeres y niños, y saqueos y robos de propiedad pública y privada.

El gobierno estadounidense ha anunciado que no enviará tropas al país para contrarrestar la ofensiva de la pandilla. En una declaración a la prensa, el asesor de comunicaciones de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que altos funcionarios del gobierno han estado en estrecho contacto con sus homólogos haitianos y la comunidad internacional durante todo el fin de semana para monitorear los acontecimientos y ayudar a estabilizar la situación y actuar rápidamente, hacia una solución política duradera.

Washington no desplegará tropas estadounidenses en Haití para apoyar las operaciones de seguridad de la Policía Nacional Haitiana (PNH). En lugar de ello, están movilizando urgentemente todo el apoyo que ellos y la comunidad internacional puedan brindar de inmediato a Haití, en particular a la Policía Nacional Haitiana (PNH), para garantizar que puedan restablecer la seguridad por el bien del pueblo.

Estas discusiones fueron motivadas por el temor de que la misión de «seguridad internacional», que sería encabezada por Kenia, no estuviera lista para ser desplegada a tiempo para contrarrestar las actividades de las pandillas. Esta situación se produce cuando el primer ministro de facto Ariel Henry, se encuentra en Puerto Rico.

A su regreso de su viaje por el Caribe y África desde la semana pasada, Ariel Henry debía regresar a Haití a principios de semana, pero, debido a la repentina aceleración de la crisis, varias compañías aéreas han suspendido sus vuelos hacia Haití.

No se ha comunicado ninguna información oficial sobre el itinerario del Primer Ministro defacto después de sus viajes, y las bandas han atacado el aeropuerto internacional Toussaint Louverture, donde todavía se escuchaban intensos disparos el lunes por la noche.

Los disparos coordinados contra establecimientos públicos y privados por parte de las pandillas en toda la ciudad han roto los ventanales de la terminal de vuelos nacionales Guy Malary, provocando pánico en la terminal.

Los grupos políticos de oposición han culpado al primer ministro interino de todo el caos y la anarquía que reina actualmente en el país. Las bandas han incendiado una comisaría de policía en el aeropuerto, mientras reina una incertidumbre total en todo el país.

Unos 21 presos de la prisión Delmas 33 escaparon el domingo por la noche cuando individuos fuertemente armados irrumpieron en las instalaciones, mientras que más de 40 personas fueron encontradas muertas en la capital ese mismo día. La situación obligó a algunas de las embajadas a cerrar sus puertas como medida de precaución. Tanto la embajada de Francia como la de Canadá han estado cerradas a los servicios consulares, mientras que Canadá suspendió todos los servicios en persona y solo se ofrecen servicios en línea hasta el miércoles.

Finalmente, el líder de la banda, Granfon, Agony Alténor, conocido popularmente como Salami, fue linchado por una turba de vigilantes en Belladère a primera hora de la mañana del lunes 4 de marzo. Perseguido por la policía durante varias semanas, Salami huyó tras las últimas operaciones policiales del miércoles, cuando su cómplice, conocido como Schneider, fue asesinado a tiros mientras se enfrentaba a los policías con un arma en la mano.

Las fuentes revelaron que los antiguos aliados de Salami, que como él lucharon contra pandillas de la región, ya no querían aceptarlo en sus filas, ya que él mismo se había convertido en líder de una pandilla, aterrorizando a los residentes de Granfon. Con problemas en Petite-Rivière de l'Artibonite, decidió regresar a Granfon, pero su regreso encontró una gran oposición de la comunidad.

Agony Alténor, sujeto de orden de aprehensión, estaba siendo procesado por homicidio, tenencia ilegal de arma de fuego, amenaza de muerte y asociación de malhechores. Fue visto y detenido en Belladère, cerca de la frontera dominicana, donde parece que intentaba salir del país hacia la Republica Dominicana.

Las autoridades de Saint Marc fueron alertadas de su presencia en la ciudad fronteriza, pero los residentes decidieron tomar el asunto en sus propias manos y lo lincharon.