La empresa Gruconsa se encuentra en el ojo del huracán mediático tras ser vinculada con el llamado ‘caso Rubiales', una investigación que salpica a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y que ha generado un torbellino de especulaciones y acusaciones. Frente a las crecientes interrogantes y señalamientos, Gruconsa ha emitido un comunicado firme, desmintiendo categóricamente cualquier participación en actividades, sociedades o proyectos de construcción tanto en la República Dominicana como en cualquier otro país, en relación con la controversia de la Supercopa.

Este pronunciamiento surge como respuesta a las recientes acusaciones que han puesto a la empresa bajo la lupa, especialmente durante el periodo en que Luis Rubiales presidía la RFEF. Gruconsa ha sido enfática en su colaboración con la justicia, aportando toda la documentación y evidencia requerida desde el inicio de las investigaciones, marcando una postura de transparencia y cooperación.

Además, la compañía ha anunciado la puesta en marcha de una auditoría interna «exhaustiva» con el propósito de revisar en detalle los contratos establecidos con la RFEF. Este ejercicio busca esclarecer las dudas y garantizar la integridad de sus operaciones. Es de notar que, según Gruconsa, su relación con la federación incluyó trabajos de rehabilitación en diversas instalaciones entre 2019 y 2023, involucrando inversiones superiores a los tres millones de euros, destacando principalmente la reforma del estadio de La Cartuja en Sevilla.

La empresa también ha hecho hincapié en su colaboración desde 2019 con A.G.S y desde 2018 con J.M.A., subrayando la gestión y supervisión de proyectos ejecutados para la RFEF, con una facturación que asciende a 49.000 euros por estas labores. Gruconsa destaca la confianza depositada en los procesos de contratación de la Federación y en sus mecanismos de control interno, asegurando que las ganancias derivadas de estos contratos representan solo un 2,7% de su facturación total entre 2019 y 2023.

Esta situación plantea un escenario en el que Gruconsa se ve obligada a defender su reputación y clarificar su posición frente a alegatos que, según afirman, no tienen fundamento. La empresa, consciente de su responsabilidad y del impacto de estas acusaciones, no descarta emprender acciones legales contra quienes difundan injurias o calumnias en su contra, subrayando su compromiso con la legalidad y la ética empresarial.

La evolución del ‘caso Rubiales' sigue generando expectativas, y la posición de Gruconsa en este entramado destaca la complejidad de las relaciones entre el sector empresarial y las instituciones deportivas. La resolución de este caso será determinante no solo para las partes directamente involucradas sino también para el establecimiento de precedentes en cuanto a la gestión de contratos y la transparencia en el ámbito deportivo y empresarial.

En este contexto, la sociedad y la comunidad empresarial observan atentamente, esperando que la verdad prevalezca y que se restablezca la confianza en las instituciones y empresas implicadas.

 

Fuente:THE OBJECTIVE