El Senado dio luz verde al Plan Nacional de Recuperación que incluye financiación para que trabajadores de organizaciones provida ofrezcan alternativas al aborto en los mismos centros abortistas.

El Senado italiano dio luz verde a la ley que introduce una enmienda en la Ley que aprueba el Plan Nacional de Recuperación (conocido como Decreto PNRR), incluida la enmienda aprobada la semana pasada por la Cámara de Diputados que dotaba de financiación a los grupos provida.

Estos grupos ahora tendrán autorización para ofrecer a las mujeres que acudan a los centros abortistas una alternativa al aborto, y podrán ofrecer dicha alternativa dentro de los mismos centros.

La ley proporciona a las regiones italianas las competencias necesarias para «disponer sin recargos financieros a costa del erario público de trabajadores del tercer sector, que tengan una experiencia cualificada, en apoyo a la maternidad», dentro de los llamados «consultorios» de planificación familiar.

La ley del aborto seguirá en vigor, pero la posibilidad de que las organizaciones de apoyo a la maternidad puedan informar a las madres en dificultades de que tienen alternativas al aborto es un importante logro que salvará infinidad de vidas.

El Senado respaldó la ley con 95 votos a favor y 68 en contra, en medio de una bronca monumental entre los partidos que sostienen al gobierno de Giorgia Meloni –Fratelli d’Italia, la Lega y Forza Italia– y la oposición, principalmente los izquierdistas Partido Democrátivo y Movemento 5 Stella.

La ley incluso fue motivo de una agria polémica entre Meloni y la ministra española de Igualdad, Ana Redondo.

Redondo decidió entrometerse en la política interna italiana y criticó la enmienda en Twitter con el argumento de que «permitir el acoso organizado contra las mujeres que quieren interrumpir su embarazo es socavar un derecho reconocido por ley. Es la estrategia de la ultraderecha: amedrentar para revertir derechos, para frenar la igualdad entre mujeres y hombres».

La respuesta de Meloni no se hizo esperar: «En varias ocasiones he escuchado a ministros extranjeros hablar de cuestiones internas italianas sin conocer los hechos. Normalmente cuando se ignora un tema se debe tener la buena costumbre de no dar lecciones».