En el contexto actual de seguridad nacional en Colombia, una noticia de gran relevancia ha surgido, destacando la desaparición de un arsenal significativo de armamento de las bases militares de Tolemaida y La Guajira. Entre las armas robadas, se encuentra un misil antitanque tipo Spike, de fabricación israelí, que representa una preocupación considerable por su avanzada tecnología y capacidad destructiva.

Este misil, negociado por Colombia hace aproximadamente ocho años con una empresa israelí, es conocido por su precisión y eficiencia en el campo de batalla. Equipado con un sistema de guía por infrarrojos, el Spike puede programar el ángulo de tiro para cubrir distancias desde los 200 metros hasta los cinco kilómetros, optimizando la precisión y minimizando el daño colateral. Esta característica lo convierte en un arma preferida para operaciones que requieren gran precisión.

Las Fuerzas Militares de Colombia recientemente utilizaron este tipo de misil en un operativo en la zona rural de El Plateado, en el departamento de Cauca, donde se reportó la neutralización de al menos 15 integrantes del frente ‘Carlos Patiño', perteneciente a las disidencias del ‘Estado Mayor Central’ de ‘Iván Mordisco’.

La desaparición del misil ha generado numerosas inquietudes, no solo por la pérdida de un equipo militar de alto valor, sino también por las implicaciones de seguridad que conlleva el acceso no autorizado a tal armamento. Informes indican que el misil desapareció de la base de Buenavista en La Guajira, cercana a la frontera con Venezuela, lo que añade una capa de complejidad al incidente, dada la tensa dinámica de seguridad en la región fronteriza.

Este incidente ha despertado un debate nacional sobre la seguridad y gestión de los arsenales militares en el país, y ha llevado a una revisión crítica de los protocolos de seguridad vigentes en las instalaciones militares. El presidente Gustavo Petro ha enfrentado críticas y presiones para fortalecer las medidas de seguridad y asegurar que tales incidentes no se repitan, en un momento donde la estabilidad y la integridad de la infraestructura de defensa nacional son de máxima prioridad.