El mandatario dijo que sus críticos anteponen intereses partidistas. Rafael Correa considera que la incursión a la embajada mexicana es «un caso para guerra».
Mediante un texto difundido la tarde del lunes 8 de abril, el presidente Daniel Noboa por primera vez se pronunció directamente sobre la situación diplomática con México y justificó la incursión a la embajada mexicana, en Quito, donde fue capturado el exvicepresidente de la República Jorge Glas, hecho ocurrido la noche del viernes 5. La carta está dirigida a los ecuatorianos y a la comunidad internacional.
El documento inicia diciendo que ha tomado “decisiones excepcionales para proteger la seguridad nacional, el Estado de derecho y la dignidad” del país, que “rechaza cualquier tipo de impunidad a criminales, delincuentes, corruptos o narcotraficantes”.
Noboa afirmó que no se podía permitir que se asile a delincuentes sentenciados, que han estado “involucrados en crímenes muy graves”, lo cual, según el mandatario, viola el artículo III del Acuerdo de Caracas, el artículo I de la Convención de Montevideo y el artículo 41 de la Convención de Viena.
Además, señaló que tampoco se podía permitir que se corra “el riesgo inminente de su fuga, como nos ha pasado antes, y se burlen nuevamente del pueblo ecuatoriano”.
El presidente ecuatoriano, sin mencionar nombres, hizo alusión a los líderes y agrupaciones políticas que cuestionan y rechazan sus decisiones, entre los cuales están el movimiento Revolución Ciudadana (RC) y su máximo líder, el expresidente Rafael Correa. Noboa los acusó de anteponer sus intereses particulares a los del país.
“Hemos visto las reacciones de algunos grupos que han puesto sus intereses y proyecto político por encima de la soberanía, dignidad y la justicia del Ecuador. Otros han tratado de volverlo una lucha ideológica, tratando de encasillarme en un extremo del cual nunca he sido parte”, expresó el jefe de Estado en la carta que lleva su firma.
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