La investigación de la Guardia Civil española está arrojando luz sobre un complejo esquema financiero que aparentemente canalizaba fondos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), presidida por Luis Rubiales, hacia intereses particulares en la República Dominicana. Este entramado incluye el uso de intermediarios para mover grandes sumas de dinero, el recuento de efectivo ante cámaras de seguridad para asegurar la transparencia de las transacciones y una red de empresas y socios complicados en el proceso.
La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) ha ido desvelando paso a paso el supuesto itinerario financiero que seguían estos fondos desde las cuentas de la RFEF hasta llegar a manos de Rubiales y sus asociados en el destino caribeño. Parte de este proceso ha quedado registrado en un sumario al que EL PERIÓDICO DE ESPAÑA tuvo acceso, revelando operaciones tan cuestionables como el cambio de titularidad oculto de empresas clave mediante el uso de testaferros.
Se cree que la fuente primaria de estos capitales era la propia RFEF, la cual, bajo la gestión de Rubiales, habría incrementado exponencialmente sus ingresos. Una táctica empleada para mover el dinero incluía la presentación de ofertas de construcción manipuladas para asegurar que ciertas empresas, afines a los intereses de la trama, resultaran adjudicatarias de contratos públicos, todo bajo la vigilancia de un comité económico compuesto por aliados de Rubiales.
Una constructora, Grupo Conector SA, conocida comercialmente como Gruconsa, aparece como figura central en este esquema, habiendo recibido contratos por valor de millones de euros para proyectos de remodelación y construcción, incluyendo preparativos urgentes para la Eurocopa de 2021. Se sospecha que parte de estos fondos se desviaron a Dismatec, una empresa sin actividad previa, creada específicamente para recibir comisiones de Gruconsa.
El flujo de dinero no se detuvo en España. A través de una compleja red de empresas y operaciones financieras, se cree que una porción significativa de los fondos se canalizó hacia la República Dominicana, donde Rubiales y sus socios habrían invertido en el sector inmobiliario y hotelero, incluida la construcción de apartamentos de lujo y la gestión de hoteles.
Este traslado internacional de capital habría sido facilitado, en parte, por intermediarios que físicamente transportaban el dinero en efectivo a través del Atlántico. Entre ellos, Israel Dorado, identificado en las investigaciones como un posible testaferro, y su esposa, quienes presuntamente habrían llevado fondos a Punta Cana en varias ocasiones.
En última instancia, este intrincado sistema financiero revela no solo la sofisticación de las operaciones destinadas a ocultar el origen y destino de los fondos, sino también la extensa red de individuos y empresas involucradas en facilitar y beneficiarse de estos movimientos de capital, tanto dentro de España como más allá de sus fronteras.
Fuentes: https://www.epe.es/es/deportes/20240406/ruta-dinero-rfef-rubiales-republica-dominicana-testaferro-mordida-100593642
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