Ante la posibilidad de un ataque inminente por parte de Irán contra Israel, Estados Unidos ha tomado medidas adicionales enviando más aviones de combate y barcos a la región de Oriente Medio. Esta decisión se fundamenta en la preocupación por una potencial escalada de violencia que podría afectar tanto a las tropas estadounidenses presentes en la zona como a la estabilidad regional, informó The Washington Post.

La tensión entre Irán e Israel se intensificó tras el ataque al consulado iraní en Damasco el 1 de abril, que resultó en la trágica pérdida de 13 vidas. Irán, liderado por el ayatolá Ali Jamenei, ha prometido represalias contra Israel, advirtiendo que lamentará el mencionado acto.

Aunque las fuerzas israelíes no han confirmado públicamente su responsabilidad en el bombardeo, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha asegurado que están preparados para defenderse tanto en tierra como en el aire.

El refuerzo militar de Estados Unidos en la región refleja la preocupación del Gobierno de Biden ante una posible escalada bélica en Oriente Medio, especialmente debido al apoyo estadounidense a Israel en sus acciones contra Gaza. El presidente Biden expresó su expectativa de un ataque iraní contra Israel «más temprano que tarde».

Además, la Embajada de Estados Unidos en Jerusalén emitió una alerta de seguridad para limitar el movimiento de los empleados gubernamentales y sus familias, en respuesta a las amenazas de Irán hacia Israel.

En un esfuerzo por prevenir un conflicto más amplio en la región, Estados Unidos ha posicionado buques de guerra para proteger tanto a Israel como a sus propias fuerzas en la zona. Según informes del Wall Street Journal, se ha reubicado al menos un destructor equipado con el sistema de defensa antimisiles Aegis. Estas medidas se han tomado en respuesta a una filtración sobre la posible ubicación y momento de un eventual ataque iraní, aunque fuentes iraníes sugieren que aún no se ha tomado una decisión definitiva al respecto.

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