El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se dirigió a la nación en vivo por televisión el miércoles por la noche.

En una dramática presentación, dijo que está cumpliendo la promesa que hizo en una sesión conjunta del Congreso de Estados Unidos la semana pasada.

Israel asestará «golpes devastadores» contra el régimen iraní y su «eje del mal», es decir, Hamás en Gaza, Hezbolá en el Líbano y los hutíes en Yemen.

Netanyahu declaró con orgullo y desafío que en los últimos días y horas, las fuerzas militares israelíes han atacado y matado con éxito a tres de los terroristas más malvados, más letales y más peligrosos del mundo.

Netanyahu dijo que Israel no se doblegará ante quienes en todo el mundo exigen que el Estado judío se rinda a las fuerzas del mal y acepte ceses del fuego prematuros.

Más bien, prometió que Israel continuará luchando y ganando hasta lograr la victoria y todos los rehenes israelíes regresen a casa.

«Quien masacre a nuestros hijos», dijo, «pagará el precio».

A continuación el texto del discurso del Primer Ministro.

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, esta tarde (miércoles 31 de julio de 2024), en la Kirya de Tel Aviv [traducido del hebreo]:

Queridos ciudadanos de Israel, buenas noches.

Desde el comienzo de la guerra, he dejado en claro que estamos en una lucha contra el eje del mal de Irán. Se trata de una guerra existencial contra el dominio de los ejércitos terroristas y los misiles que Irán quiere apretar alrededor de nuestro cuello.

En mi discurso ante el Congreso hace varios días, señalé que los tres brazos principales de este eje del mal son Hamás, los Hutíes y Hezbolá, las tres H. Recientemente hemos asestado golpes aplastantes a cada uno de ellos.

Hace tres semanas atacamos al jefe del Estado Mayor de Hamás, Muhammad Deif. Hace dos semanas atacamos a los hutíes en uno de los ataques más distantes de la Fuerza Aérea, y ayer atacamos al jefe del Estado Mayor de Hezbolá, Fuad Shukr, alias Mohsin.

En nombre de los ciudadanos de Israel, quisiera expresar mi profundo agradecimiento a las Fuerzas de Defensa de Israel, la ISA, la Inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel, la Fuerza Aérea y todos los servicios de seguridad por las operaciones de precisión en tres frentes diferentes.

En el ataque de ayer eliminamos al segundo de Nasrallah. Mohsin fue el responsable directo de la masacre de nuestros queridos niños y niñas en Majdal Shams. Fue responsable del asesinato de muchos otros ciudadanos israelíes. Fue responsable del ataque incesante contra nuestros ciudadanos en las comunidades del norte durante nueve meses de guerra.

Fue uno de los terroristas más buscados del mundo. Estados Unidos puso una recompensa de cinco millones de dólares por su cabeza, y con razón. Estuvo involucrado en el asesinato de 241 soldados estadounidenses y 58 soldados franceses en Beirut en 1983. Fue el principal enlace entre Irán y Hezbolá y era responsable de los misiles de la organización.

Hace unos días, durante mi visita al lugar de la terrible masacre de Majdal Shams, vi el profundo duelo de las familias cuyo mundo había sido destruido a su alrededor. Dije a nuestros hermanos y hermanas drusos: Somos hermanos. Existe un pacto de vida entre nosotros que se ha hecho aún más profundo en estos días de duelo y luto.

Al sufrimiento interminable de los habitantes del norte, de nuestros seres queridos que han sido exiliados de sus hogares y cuyas comunidades han sufrido graves ataques, se ha sumado el asesinato de niños inocentes, y por esto no permaneceremos en silencio.

Hemos saldado cuentas con Mohsin, como lo haremos con todos aquellos que nos atacan. Quien masacre a nuestros niños, quien asesine a nuestros ciudadanos, quien ataque a nuestro Estado, pagará el precio.

Ciudadanos de Israel, nos esperan días difíciles. Desde el ataque en Beirut, hemos escuchado amenazas de todos lados. Estamos preparados para cualquier escenario y nos mantendremos unidos y decididos contra cualquier amenaza. Israel exigirá un precio muy alto por cualquier agresión contra nosotros, sea cual sea el sector.

Ciudadanos de Israel, en los primeros días de la guerra dije que ésta llevaría tiempo y que debíamos mostrar paciencia. Lo repito también hoy.

Durante meses, no ha habido semana en la que no nos hayan dicho, tanto en nuestro país como en el extranjero, que acabemos con la guerra. “Acabemos con la guerra” porque hemos agotado todo lo que se puede lograr y “es imposible ganar” en cualquier caso.

Si hubiésemos cedido a esta presión, no habríamos eliminado a los altos dirigentes de Hamás y a miles de terroristas. No habríamos destruido la infraestructura terrorista ni la extensa infraestructura subterránea de Hamás. Simplemente, la habrían conservado. No tendríamos el control del Corredor de Filadelfia y del cruce de Rafah, la línea de vida de Hamás con la que se arma y se reconstruye, y no habríamos creado las condiciones que nos están acercando a un esquema que también nos permita devolver a nuestros rehenes y alcanzar todos nuestros objetivos para la guerra: devolver a todos nuestros rehenes, eliminar la capacidad militar y de gobierno de Hamás, garantizar que Gaza nunca más constituya una amenaza para Israel y devolver a nuestros residentes a sus hogares de forma segura, tanto en el sur como en el norte.

Todos los logros que hemos alcanzado en los últimos meses los hemos conseguido porque no nos rendimos, porque tomamos decisiones valientes a pesar de la gran presión en nuestro país y en el extranjero. Y les digo: esto no fue fácil. Tuve que rechazar una presión muy grande. Pero, sobre todo, lo logramos porque nuestros combatientes, tanto reservistas como conscriptos, en las Fuerzas de Defensa de Israel, la Policía, la ISA y el Mossad, no se rindieron. Están luchando como leones, están decididos a ganar, y yo, junto con el pueblo de Israel, los respaldamos con gran amor y con gran fe en la justicia de nuestra causa.

No olvidamos, ni por un momento, a las familias en duelo que han perdido lo más querido, a las familias de los rehenes que esperan el regreso de sus seres queridos y a nuestros heridos que luchan heroicamente para reconstruir sus vidas.

Gracias a ellos y gracias a vosotros, ciudadanos de Israel, juntos lucharemos y, con la ayuda de Dios, juntos venceremos.

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