Javier Milei, presidente de Argentina, se encuentra en una encrucijada geopolítica debido a la presencia de una base espacial china en Neuquén, una situación que lo coloca entre las expectativas de Occidente y las necesidades financieras que su país tiene de China. Esta instalación, erigida hace más de una década bajo un contrato de arrendamiento de cincuenta años, es defendida por China como una entidad dedicada exclusivamente a fines científicos, jugando un papel vital en su ambición de explorar la cara oculta de la Luna.
Sin embargo, la existencia y operación de esta base, dirigida por el Ejército chino y dotada de una impresionante antena de 35 metros capaz de captar señales desde una distancia de hasta 300,000 kilómetros, ha suscitado el escepticismo de Estados Unidos. Marc Stanley, el embajador estadounidense en Buenos Aires, manifestó su preocupación en una reciente entrevista, interrogando el propósito real detrás de la operación china en suelo argentino y sugiriendo una falta de transparencia hacia los ciudadanos argentinos sobre las actividades que se llevan a cabo.
En respuesta a estas inquietudes, Milei ha prometido inspeccionar detalladamente la base para verificar el cumplimiento de los acuerdos establecidos con China. Esta decisión se produce tras revelaciones de que los términos originales del contrato permitían a China gestionar la instalación mientras se concedía a los científicos argentinos acceso al telescopio para sus investigaciones un 10% del tiempo, un arreglo que ha levantado sospechas.
La situación se complica aún más con las relaciones diplomáticas y militares con Estados Unidos, evidenciado por un reciente encuentro de Milei con Laura Richardson, líder del Comando Sur de EE.UU., durante el cual Argentina recibió como obsequio un avión militar C-130H Hercules.
La base en Neuquén ha puesto de manifiesto la compleja dinámica entre Argentina y las dos mayores potencias mundiales. Aunque Milei criticó a China durante su campaña, calificándola de comunista, la realidad económica de Argentina, fuertemente vinculada a China como uno de sus principales socios comerciales y fuente esencial de inversión, ha forzado una reconsideración en su postura.
Expertos y académicos subrayan la importancia crítica de mantener una relación equilibrada con China para la economía argentina. Al mismo tiempo, Milei busca estrechar lazos con Occidente y Estados Unidos, una tarea complicada por las ambiciones y estrategias globales de China. A pesar de las tensiones, el presidente ha indicado en entrevistas recientes su disposición a mantener abiertas las puertas al comercio con China, reflejando una postura pragmática ante los desafíos geopolíticos y económicos.
Fuente: https://www.larazon.es/internacional/america/milei-atrapado-china-disputa-base-espacial-neuquen_202404106616fa9ec18d4000011c0ecc.html
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