La conducta sexual se refiere a todo tipo de actividad sexual que una persona puede realizar consigo misma, con otra persona, bien sea homosexual, heterosexual o bisexual, incluso en un trío o grupo.
Masturbación
La masturbación se puede referir a la estimulación propia (autoerotismo) como a la estimulación que una persona le produce a otra (heteroerotismo) de forma manual.
La masturbación o autoerotismo a menudo se ha considerado un comportamiento exclusivo de la adolescencia, sin embargo también puede darse en otras etapas de la vida del ser humano. La masturbación ha sido una de las conductas más castigadas, prohibidas y culpabilizadas. Sin embargo, no existe ningún tipo de razón médico-clínica para culpabilizar la masturbación.
Hoy es aceptado por la comunidad científica que la masturbación es una conducta que cumple diversas funciones: proporcionar placer, aprender sobre el propio funcionamiento sexual y enriquecer las relaciones sexuales en pareja. De hecho, las técnicas utilizadas por los hombres y las mujeres al masturbarse son interesantes debido en parte a que ellas proveen información a sus parejas sobre técnicas que mejoran las relaciones sexuales en pareja.
La mayoría de las mujeres se masturban manipulando el clítoris y los labios menores. Ellas pueden frotar de arriba abajo o en movimientos circulares, algunas veces suavemente y otras aplicando más presión al clítoris.
Los labios menores también pueden ser acariciados. Este hallazgo es en contraste distinto a lo que muchos hombres se imaginan que son las técnicas de masturbación femenina: los hombres se imaginan a las mujeres insertando un dedo, una banana, o un objeto similar en la vagina. De hecho, esto no se realiza muy frecuentemente, ya que el método más común es la manipulación del clítoris y de los labios. De la muestra del estudio Kinsey que se masturbaban, el 84% utilizaba la manipulación del clítoris y de los labios; el insertar dedos u objetos en la vagina fue la segunda técnica utilizada, practicada por un 20% de las mujeres.
Otras técnicas utilizadas por las mujeres incluyen la estimulación del pecho, la presión del muslo ejercida al cruzar las piernas y presionarlas rítmicamente para estimular el clítoris, y presionar los genitales contra algún objeto, tal como una almohada, o al dar masajes con un chorro de agua durante la ducha.
La mayoría de los hombres informan que se masturban a través de la estimulación manual del pene. Para aquellos interesados en la rapidez, un orgasmo puede ser alcanzado en sólo un minuto o dos. La mayoría de los hombres utilizan la técnica de colocar la mano alrededor del cuerpo del pene o haciendo un movimiento de arriba abajo para estimular el cuerpo del pene y el glande. Debido a que el pene no produce una lubricación natural por sí mismo, a algunos hombres les gusta utilizar una forma de lubricación como la espuma del jabón mientras se duchan. La fuerza con la que se sujeta el pene, la rapidez del movimiento, y la cantidad de estimulación del glande varían de un hombre a otro.
La mayoría aumenta la velocidad de la estimulación cuando se están aproximando al orgasmo, y durante el mismo disminuye o se para la estimulación porque podría resultar desagradable. En el momento de la eyaculación, ellos a menudo sujetan el cuerpo del pene fuertemente. Inmediatamente después del orgasmo, el glande y la corona están hipersensibles y los hombres generalmente evitan más estimulación del pene en ese momento.
Petting
El petting es el término inglés que hace referencia a “conductas sexuales próximas al coito pero sin llegar a él, pudiendo incluir el orgasmo”. Entre estas conductas se pueden mencionar: susurros, besos, caricias en diferentes partes del cuerpo, heteromasturbaciones (masturbaciones mutuas), acariciar el clítoris, relaciones buco-genitales (sexo oral), streaptease, masajes, bailar románticamente, etc. Son normalmente las mujeres las que pueden defender ante los hombres la práctica de estas conductas sexuales que no incluyen el coito, ya que en muchas ocasiones les resultan más placenteras y gratificantes, además no hay riesgo de embarazo no deseado y de que casi la totalidad de ellas no conllevan ningún riesgo de ETS o Sida.
Besar
El besar es una actividad que generalmente todo el mundo en nuestra cultura ha mantenido. En el beso simple, las parejas mantienen sus bocas cerradas y se tocan mutuamente los labios.
En el beso profundo, ambas personas abren ligeramente los labios e insertan sus lenguas en la boca de la pareja. La mayoría de las variaciones se basan en estas dos aproximaciones básicas, tal como mordisquear los labios o la lengua de la pareja o succionar los labios; ello depende sólo de la imaginación y las preferencias personales. Evidentemente todas las partes del cuerpo pueden ser besadas como la nariz, la frente, los párpados, el lóbulo de la oreja, el cuello, la cintura, el interior de los muslos, los genitales, el ano, los pies, etc. y cada y una de ellas produce sensaciones placenteras diferentes.
Acariciar
El acariciar y ser acariciado es esencial en la excitación sexual. Las zonas que son excitantes varían en gran medida de una persona a otra y dependen de cómo se está sintiendo la persona en ese momento; además es importante comunicar a la otra persona que clase de caricias son las preferibles. Por ejemplo, como ya se ha comentado, una de las mejores maneras de saber cómo se deben realizar las caricias en la estimulación de los genitales de otra persona es saber cómo esa persona se masturba. La estimulación manual de los genitales masculinos puede ser utilizada como un medio para inducir el orgasmo por sí mismo, como un placer preliminar a la relación coital o como una manera de producir una erección después de que el hombre ha tenido un orgasmo. La mano puede ser utilizada para estimular los genitales de la mujer para producir el orgasmo, como un método preliminar de excitación de la mujer antes de la relación coital o simplemente por el propio placer que proporciona a la mujer.
Sexo buco-genital (sexo oral)
La fellatio, más conocida como felación o mamada es la estimulación con la boca del pene y el cunnilingus es la estimulación con la boca de los genitales femeninos.
En el cunnilingus, generalmente, la lengua estimula los genitales femeninos, especialmente el clítoris y las zonas de alrededor. Un buen preludio del cunnilingus puede ser besar el interior de los muslos o el vientre, dirigiéndose gradualmente hacia el clítoris. La boca puede también estimular el interior de los labios, o la lengua puede estimular la entrada de la vagina o insertarla en el interior de ella. Durante el cunnilingus, algunas mujeres también disfrutan teniendo un dedo introducido en la vagina o en el ano para añadir estimulación. Muchas mujeres valoran muy positivamente esta práctica porque es la mejor manera o quizás en algunos casos la única para obtener un orgasmo.
En la felación el pene es estimulado con la boca de su pareja, introduciéndolo en ella y desplazando los labios de arriba hacia abajo, es decir del glande a la base del pene. También la lengua puede deslizarse alrededor del cuerpo del pene o del glande. La fellatio puede finalizar de dos maneras: el hombre retira el pene de la boca de la pareja y eyacula fuera o el hombre eyacula dentro de la boca de la pareja. Para que el hombre alcance el orgasmo, el movimiento tiene que ser continuo, e introduciendo el pene en la boca cada vez más profundamente y quizás también utilizando los dedos para rodear la base del pene y proporcionar más excitación. La mayoría de los hombres encuentran la fellatio como una experiencia muy estimulante.
Fantasías sexuales
Son cualquier imagen mental que tiene un significado erótico para la persona y que suele utilizarse para promover o incrementar la excitación sexual. Probablemente las fantasías tienen una doble función. Por una parte son una respuesta a una activación del deseo sexual y por otra potenciadoras de este mismo deseo. Todas las fantasías sexuales son positivas y es importante que se transmita promoviendo evitar la represión sobre ellas. Algunas fantasías se querrán llevar a la práctica y otras tal vez no, tener una fantasía no significa querer llevarla a la práctica. Pero en todo caso es la expresión a nivel de pensamiento o de imaginación de deseos sexuales.
Coito vaginal (penetración vaginal)
Una de las conductas heterosexuales que está presente en el 98% de las relaciones sexuales es el coito vaginal, es decir, la introducción del pene en la vagina. Existen muchas posturas a la hora de mantener una relación sexual coital. No todas las posturas son igual de gratificantes para todos los hombres, todas las mujeres o todas las distintas parejas sexuales.
Coito anal (penetración anal)
En el coito anal el hombre introduce su pene en el ano de su pareja. Puede ser realizado tanto por parejas heterosexuales como homosexuales. El ano también puede ser estimulado con la lengua (anilingus) o la mano. El coito anal suele ser más dificultoso que el coito vaginal porque el recto no tiene un sistema de dilatación y lubricación natural, lo que en algunas ocasiones origina los desgarros musculares o roturas de las venas que se encuentran en la entrada del recto. Se debería humedecer el ano de la pareja bien con la saliva o con lubricantes especiales. También se debería lubricar el pene. Algunas mujeres han informado que ellas han obtenido orgasmos durante la relación anal, particularmente cuando es acompañado de la estimulación manual del clítoris. Los homosexuales y bisexuales también obtienen orgasmos debido fundamentalmente a la estimulación de la próstata.
Variaciones de la conducta sexual
Fuente: Era-Berri Colectivo de Animación Sociocultural.
Nos referimos a lo que se ha dado en llamar parafilias, término que comprendía una serie de conductas tachadas como enfermizas en antiguos manuales de psicopatología. Esto fue consecuencia de la confusión entre los términos de normalidad-anormal y habitual-no habitual, tachando de anormales las conductas no habituales.
Hoy en día se consideran estas conductas como saludables siempre y cuando no sea la vía exclusiva para la obtención de placer y en su realización no se dañe a la otra(s) persona(s) y a uno mismo. Incluso se puede afirmar que en la mayor parte de las relaciones sexuales se incorporan diferentes componentes de las conductas que a continuación describimos.
Exhibicionismo
Conducta que consiste en mostrar los órganos genitales u otras partes del cuerpo consideradas como eróticas a otras personas sin su consentimiento y con el fin de obtener placer sexual. Consiste en obtener placer no tanto por la actividad que se realiza como por ser vistos por otras personas.
De acuerdo a lo comentado anteriormente sobre la incorporación de determinados elementos exhibicionistas a las relaciones sexuales, comportamientos como el streaptease e incluso algunas modas tienen estos componentes, por el placer que supone desnudarse delante de otra persona con su consentimiento o enseñar determinadas partes del cuerpo como por ejemplo el ombligo.
Voyeurismo
Consiste en la práctica contraria a la anteriormente citada. Aquella persona que disfruta observando a una persona desnuda u observando relaciones sexuales entre otras personas sin su consentimiento, siendo ésta la única vía de obtención de placer sexual. Otros comportamientos voyeuristas serían el ver películas eróticas o pornográficas, espectáculos de streap-tease, mirar revistas,…
Fetichismo
Necesidad de un elemento determinado para que aparezca la excitación sexual. El elemento suele ser inanimado tales como bragas, zapatos, calzoncillos,… Cierto grado de fetichismo aparecería en comportamientos como portar amuletos de otras personas o vestirse con prendas de otros/as por la atracción que se siente por ellos/as.
Sadismo
Obtención de satisfacción sexual a partir del daño físico o psíquico infringido a otra persona. Muchas conductas sexuales tienen componentes sádicos tales como los mordiscos, pellizcos, pequeñas peleas,…
Masoquismo
Es lo contrario del sadismo, es decir, la obtención de placer a partir del daño que otra persona infringe a la persona que disfruta. Los ejemplos más cotidianos son los mismos que los señalados en el apartado anterior. El sadismo y el masoquismo suelen ir unidos en las relaciones sexuales.
Travestismo
Esta variación de la conducta supone el vestirse con ropas y adquirir una presencia física atribuida al otro género, obteniendo con ello satisfacción sexual. Una persona travestida no tiene porque ser homosexual y se identificará con su sexo biológico. Esta es la diferencia con las personas transexuales que no se identifican con su sexo biológico, es decir una persona de sexo masculina se siente mujer o viceversa.
Como hemos visto muchas de estas conductas están en cierto modo incorporadas habitualmente a las relaciones sexuales. No hablaremos de desviación o de patología excepto en aquellos casos que la satisfacción sexual sea única o con aquellos comportamientos que infrinjan daño físico o psicológico a otras personas o a un@ mism@, como cuando ocurre cuando se realizan sin el consentimiento de alguna de las dos partes implicadas.
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