El líder del régimen norcoreano, Kim Jong Un, ordenó la expansión y modernización de la producción de misiles para el próximo año y dispuso la construcción de nuevas fábricas con el fin de cubrir la creciente demanda de las fuerzas armadas, informó el viernes la prensa estatal.

La decisión se conoció tras una visita de Kim a fábricas de munición junto a altos funcionarios del país. Según la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA), el dictador instruyó a las plantas a “seguir ampliando la capacidad de producción general” para mantener el ritmo requerido por el Ejército Popular de Corea. Durante el recorrido, Kim destacó la relevancia estratégica del sector armamentístico dentro del esquema defensivo nacional.

El sector de producción de misiles y proyectiles es de importancia primordial para reforzar la disuasión bélica”, señaló el líder norcoreano, de acuerdo con el reporte oficial.

Corea del Norte incrementó en los últimos años las pruebas de misiles de distinto alcance. Analistas sostienen que estos ensayos apuntan a perfeccionar las capacidades de ataque de precisión, desafiar a Estados Unidos y a Corea del Sur y evaluar armamento antes de una eventual exportación a Rusia. Pyongyang no confirmó oficialmente esos objetivos, pero continuó difundiendo información sobre avances en sus programas estratégicos.

La visita de Kim a las fábricas de munición se reportó un día después de que los medios estatales informaran sobre un recorrido del líder por un astillero vinculado a la construcción de un submarino de propulsión nuclear. En ese contexto, Kim prometió contrarrestar la “amenaza” que, según Pyongyang, representa el plan de Corea del Sur para adquirir naves de ese tipo.

La KCNA informó que Kim inspeccionó la construcción de lo que Corea del Norte describe como un submarino de propulsión nuclear de 8.700 toneladas, al que el dictador calificó como un paso crucial en la modernización y el armamento nuclear de la marina norcoreana. El régimen indicó que planea equipar la nave con armas nucleares y la denominó “submarino estratégico de misiles guiados” o “submarino estratégico de ataque nuclear”.

Durante la visita, Kim condenó los esfuerzos de Corea del Sur para obtener submarinos de propulsión nuclear, respaldados por el presidente estadounidense Donald Trump, y los describió como un “acto ofensivo” que viola gravemente la seguridad y la soberanía marítima del Norte.

Afirmó además que esos planes refuerzan la necesidad de avanzar en la nuclearización de la marina norcoreana y aseguró que la finalización del submarino representará un cambio de “época” en el fortalecimiento de la disuasión nuclear frente a lo que denominó amenazas enemigas.

La agencia estatal no precisó la fecha exacta de la inspección, pero difundió fotografías en las que se observa a Kim junto a altos funcionarios y su hija, revisando una gran embarcación de color bordó dentro de una nave de ensamblaje. Fue la primera vez desde marzo que los medios estatales publicaron imágenes amplias del submarino, luego de mostrar previamente solo secciones inferiores de la estructura.

Expertos señalaron que la difusión de imágenes de un casco en gran medida terminado sugiere avances relevantes. Moon Keun-sik, especialista en submarinos de la Universidad Hanyang de Seúl y exoficial de la marina surcoreana, afirmó: “Mostrar toda la embarcación ahora parece indicar que la mayor parte del equipo ya ha sido instalado y está casi lista para ser lanzada al agua”. Moon consideró posible que el submarino norcoreano enfrente pruebas en el mar en cuestión de meses.

Un submarino de propulsión nuclear figura entre los sistemas estratégicos que Kim anunció en una conferencia política en 2021, junto con misiles balísticos intercontinentales de combustible sólido, armas hipersónicas, satélites espía y misiles de ojivas múltiples.

Corea del Norte realizó diversas pruebas relacionadas con esos programas y presentó recientemente un nuevo destructor naval, que Kim calificó como un paso relevante para ampliar el alcance operativo de sus fuerzas nucleares.

Las tensiones en la península coreana aumentaron en los últimos años, en paralelo con el avance del programa nuclear norcoreano y el fortalecimiento de los vínculos con Moscú. El gobierno de Pyongyang rechazó reiteradamente los llamados de Estados Unidos y Corea del Sur para reanudar negociaciones sobre desnuclearización, estancadas desde 2019 tras el colapso de una cumbre con Trump durante su primer mandato.

En este contexto, el gobernante Partido de los Trabajadores de Corea prevé celebrar a comienzos de 2026 su primer congreso en cinco años, donde los dirigentes debatirán planes de desarrollo económico y militar para el próximo lustro.