El Papa León XIII analizó la «trágica situación en Gaza» durante una reunión el jueves con el presidente israelí Isaac Herzog y pidió un alto el fuego permanente en el enclave palestino, informó el Vaticano.
El pontífice también pidió la liberación de los rehenes restantes retenidos por el grupo militante palestino Hamás, según el comunicado, y reiteró el apoyo del Vaticano a una solución de dos estados para el conflicto entre Israel y Palestina que dura décadas.
«Se esperaba una pronta reanudación de las negociaciones… para asegurar la liberación de todos los rehenes, lograr urgentemente un alto el fuego permanente, facilitar la entrada segura de la ayuda humanitaria a las zonas más afectadas y asegurar el pleno respeto del derecho humanitario», señala el comunicado.
Herzog había agradecido previamente a Leo por la reunión el jueves en una publicación en X, y dijo que había recibido una «cálida bienvenida» en el Vaticano.
«Los líderes religiosos y todos aquellos que eligen el camino de la paz deben unirse para pedir la liberación inmediata de los rehenes como primer paso esencial hacia un futuro mejor para toda la región», afirmó el presidente.
El Vaticano no dio a conocer inmediatamente más detalles sobre la reunión y no dijo cuánto tiempo pasaron juntos Leo y Herzog.
El Vaticano publicó fotos de los líderes saludándose en el palacio apostólico. En una imagen, ambos posan uno al lado del otro, sin sonreír.
León, elegido por los cardenales del mundo en mayo para reemplazar al fallecido Papa Francisco, ha adoptado en el pasado un tono más cauteloso que Francisco al hablar sobre la campaña militar de Israel en Gaza.
Francisco, quien había dirigido la Iglesia durante 12 años, se había convertido en un crítico frecuente de Israel. Sugirió un estudio para determinar si Israel estaba cometiendo genocidio contra el pueblo palestino, lo que provocó fuertes críticas por parte de las autoridades israelíes.
Leo ha intensificado recientemente sus llamamientos para el cese de la guerra en Gaza. La semana pasada, durante su audiencia pública semanal, emitió lo que denominó un «fuerte llamamiento» para que se pusiera fin a la guerra.
El comunicado del jueves del Vaticano fue notablemente más largo de lo habitual para las declaraciones sobre la reunión del Papa con líderes extranjeros, que normalmente sólo ofrecen unas pocas líneas de información y no dan detalles específicos sobre los temas discutidos por el Papa.
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