El Jardín Botánico Nacional “Dr. Rafael Ma. Moscoso” no solo es un tesoro ecológico de la República Dominicana, sino también un símbolo del compromiso del país con la conservación de la biodiversidad. Cualquier intento de alterar su integridad física mediante intervenciones viales o urbanísticas representa una grave amenaza a los valores ambientales, científicos y culturales que allí se preservan. Este espacio es parte del pulmón verde de Santo Domingo y su protección debe ser una prioridad nacional.
Modificar o reducir el área protegida del Jardín Botánico implicaría una violación directa a compromisos asumidos por el país en tratados internacionales, como el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), ratificado por la República Dominicana y el Acuerdo de Paris. Estos instrumentos obligan a preservar áreas con alta biodiversidad, promover la sostenibilidad ecológica y evitar acciones que afecten ecosistemas vulnerables sin estudios de impacto ambiental rigurosos y participación pública efectiva.
Además, el país ha suscrito los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre los cuales se encuentra la protección de los ecosistemas terrestres (ODS 15). Alterar un espacio como el Jardín Botánico iría en contravía de las metas de sostenibilidad, educación ambiental, adaptación al cambio climático y salud pública, que este espacio contribuye a sostener. En su función educativa y ecológica, el Jardín es insustituible.
Desde La Verdad RD y los sectores conscientes del país, hacemos un llamado a la sensatez y la transparencia. Cualquier propuesta que implique su intervención debe ser conocida, debatida y evaluada con rigor técnico y apertura ciudadana. Proteger el Jardín Botánico es proteger nuestra dignidad, nuestra salud y nuestro compromiso con el planeta.
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