Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron una amplia serie de ataques aéreos coordinados en todo Irán en los últimos días, alcanzando objetivos militares, nucleares y de liderazgo clave en lo profundo del territorio iraní.

Los ataques —parte de la recién declarada operación «León Ascendente» de Israel— han matado o herido a numerosos altos funcionarios y científicos iraníes, al tiempo que han desencadenado una ola de ataques de represalia contra territorio israelí.

Objetivos alcanzados en todo Irán

Los ataques israelíes comenzaron la madrugada del viernes con oleadas de ataques aéreos contra las bases de la Fuerza Aérea Iraní en Hamadán y Tabriz, ambas en el oeste de Irán. Las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron que la base de Tabriz fue destruida, al igual que decenas de sistemas de defensa aérea, hangares de vehículos aéreos no tripulados y lanzadores de misiles iraníes.

A medida que continuaba la ofensiva, los aviones de combate israelíes penetraron aún más en el espacio aéreo iraní. Explosiones sacudieron la capital, Teherán, con graves daños reportados cerca del Aeropuerto Internacional de Mehrabad y en complejos residenciales de alta seguridad que albergan a los principales líderes iraníes, incluyendo el palacio presidencial y la residencia del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei.

Los sistemas de defensa aérea iraníes se activaron repetidamente durante la noche mientras el país se apresuraba a interceptar aeronaves israelíes. A pesar de sus esfuerzos, los ataques de precisión alcanzaron algunos de los puntos más sensibles de la República Islámica.

Altos dirigentes iraníes en la mira

Entre los fallecidos en los ataques se encuentran varios de los más altos funcionarios militares y nucleares de Irán. Según fuentes israelíes y medios de comunicación iraníes:

Se confirmó la muerte del mayor general Hossein Salami, comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI).

Mohammad Bagheri, jefe del estado mayor militar de Irán, también murió, a pesar de las negaciones iniciales.

Los destacados científicos nucleares Fereydoun Abbasi y Mohammad Mehdi Tehranchi, ambos involucrados en el programa de armas nucleares de Irán, murieron en ataques selectivos.

Ali Shamkhani, principal asesor del Ayatolá Jamenei y figura destacada del sistema de seguridad nacional de Irán desde hace mucho tiempo, resultó gravemente herido en un ataque a su residencia y permanece hospitalizado en Teherán.

En total, fuentes israelíes afirman que al menos 25 científicos nucleares iraníes de alto rango fueron blanco de intentos de asesinato durante las horas iniciales de la campaña.

Los ataques también dañaron edificios residenciales en Teherán, incluyendo complejos que albergaban a altos mandos. Se dice que agentes del Mosad llevaron a cabo misiones de sabotaje paralelas dentro de Irán, atacando la infraestructura de defensa aérea y de misiles como parte de una ofensiva más amplia.