Francia intensifica sus esfuerzos diplomáticos para convencer a las naciones occidentales de que reconozcan un Estado palestino, con el objetivo de anunciar este reconocimiento de forma coordinada en una cumbre de paz en las Naciones Unidas el próximo mes. El presidente francés, Emmanuel Macron, organiza esta conferencia el 17 de junio en colaboración con el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, ya que el Palacio del Elíseo confía en que varios países europeos, como Bélgica, Portugal y Luxemburgo, podrían apoyar públicamente la creación de un Estado palestino en este evento.

En respuesta a esta ofensiva diplomática, un alto funcionario israelí acusó a Macron de intentar «generar un ambiente antiisraelí para convencer al mayor número posible de países de que reconozcan un Estado palestino». Israel respondió movilizando a sus propios aliados, en particular a través de la voz del embajador ante la ONU, Danny Danon, quien, con el apoyo de Estados Unidos, presiona a otras naciones para contrarrestar la iniciativa francesa. Bélgica representa un desafío particular para el plan francés. El primer ministro derechista del país, Bart De Wever, ha expresado sus reservas, lo que ha llevado a las autoridades francesas a ejercer una fuerte presión para asegurar su apoyo.

Mientras tanto, Israel se prepara para una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU el 28 de mayo, donde varios Estados europeos planean exigir el fin de la guerra en Gaza y la entrega inmediata de ayuda humanitaria. Esta presión internacional forma parte de lo que fuentes diplomáticas denominan un «tsunami», iniciado en una reciente reunión del Consejo Europeo de Asuntos Exteriores. Según medios neerlandeses, Países Bajos ha convocado a al menos 17 Estados miembros de la UE para debatir oficialmente la suspensión del acuerdo de asociación con Israel.