Por Freddy Roa,
Analista político.
Con el descubrimiento del internet, de las plataformas tecnológicas digitales y la irrupción de las redes sociales en el ámbito de la comunicación, se ha generado un nuevo paradigma de participación social que le ha permitido al pueblo dominicano convertirse en arquitecto de su propio destino.
El gobierno dominicano no tiene la facultad absoluta para imponer su voluntad a la sociedad, por el simple hecho de haber sido elegido de conformidad con la constitución y las leyes que rigen la materia.
La democracia dominicana ha ido evolucionando cualitativamente de representativa a participativa y comunitaria. La comunidad nacional ha empezado a ejercer las prerrogativas que le confiere el estado social, democrático y de derecho que consagra nuestra carta magna.
El pueblo dominicano ante la amenaza de imponerle un paquetazo fiscal devastador, mostró su disposición de luchar en cualquier terreno para impedirlo, logrando disuadir a las autoridades del gobierno para que retiraran el tristemente célebre «paredón fiscal» del congreso nacional.
Aunque sin los méritos suficientes, me permito la osadía de sugerir al presidente de la república, abrevar en la experiencia del Dr. Joaquín Balaguer, quien siempre consultaba su » Sanedrín» antes de tomar las decisiones relevantes para el país.
Que Dios bendiga a la República Dominicana.