Italia allana el camino a las inversiones de las empresas de Elon Musk en su sector espacial y de internet por satélite. ¿Obtendrá también el magnate un apoyo político contra la nueva línea de la UE sobre redes sociales?

El Premio a la Ciudadanía Global que Giorgia Meloni recibió el lunes por la noche de manos de Elon Musk en Nueva York, al margen de sus compromisos en la Asamblea General de Naciones Unidas, parece ir más allá de los méritos de la primera ministra italiana hasta el momento.

Según los medios locales, Meloni pidió al Atlantic Council, un ‘think tank' que trabaja por la cooperación entre EE.UU. y Europa desde 1961, que fuera el empresario propietario de Tesla y otras compañías de alta tecnología quien le entregara el premio (también se le concederá al primer ministro griego Mitsotakis, como en el pasado al presidente ucraniano Volodímir Zelenski).

La asociación entre Meloni y el multimillonario sudafricano, que se ha enriquecido entre Texas y California, no parece casual. Musk parece poder convertirse en un factor económico y político también en Italia, tras haber intervenido ampliamente en las elecciones presidenciales estadounidenses previstas para el 5 de noviembre.

Una posible alianza entre Musk e Italia

El empresario lleva tiempo utilizando su última adquisición, la plataforma social X, para expresar su apoyo al candidato republicano, el expresidente Donald Trump. El eje político entre Musk, de 53 años, e Italia también tiene potencial, pero los motivos económicos parecen ser preponderantes.

El domingo, el empresario volvió a publicar en X un ‘post' en el que aparecía con Andrea Stroppa, un joven informático señalado como su brazo operativo en Italia a partir de una entrevista con el diario ‘La Repubblica'.

El ‘post', cuyo autor es un periodista estadounidense que sigue los asuntos de las empresas de Musk, indica que «el artículo 25 está a punto de allanar el camino a Starlink como sistema de respaldo en Italia».

El artículo 25 es el de la nueva normativa que permite a las agencias públicas y a las empresas privadas del sector espacial operar en Italia, aprobada en junio por el Gobierno de Meloni (que a su llegada a EE.UU. el domingo se reunió con los responsables de Google y Microsoft para hablar del futuro próximo de la inteligencia artificial).

Es bien sabido que Musk, con su Space X, lleva tiempo colaborando con la NASA en una nueva lanzadora espacial que recoja el legado de los transbordadores para misiones espaciales.

Pero esta cláusula en concreto obliga a Italia a dotarse de una «reserva de capacidad de transmisión a través de comunicaciones por satélite» para garantizar el funcionamiento de servicios estratégicos, tanto militares como civiles, en caso de apagón de las redes terrestres de Internet, como ya hizo la red de satélites de Musk con Ucrania tras la invasión rusa.

En este sentido, Starlink, otra de las criaturas del magnatesudafricano, trata de ganarle la partida a la competencia europea, con el beneplácito de Roma, que, según ‘Bloomberg‘, pretende que las inversiones en el sector espacial ronden los 7.000 millones de euros a partir de 2026.

De Salvini a Meloni: todos los tuits de Musk

Tras el posible destino de inversión y tecnología en Italia, también parece haber una sintonía entre Musk y el Gobierno de Roma en materia de política internacional.

La visión «soberanista» del mundo de Trump ha sido compartida públicamente por Musk, y encuentra un firme punto de apoyo en Europa, empezando por la Hungría de Orbán y las fuerzas de extrema derecha en ascenso en varios países de la Unión Europea (UE).

Italia está entre los pocos que ya han hecho esta transición -primero políticamente y luego en el Gobierno, con Hermanos de Italia bajo el liderazgo de Giorgia Meloni-, que se convierte así en la aliada ideal de una hipotética nueva Casa Blanca liderada por los republicanos en 2025.

A la espera de saber si aceptará la invitación de la Liga al mitin de Pontida del 6 de octubre, cabe señalar que el magnate tecnológico vive desde hace tiempo un encaprichamiento con la derecha italiana.

La semana pasada, Musk comentó con un «¡Bravo!» el mensaje en vídeo de Meloni contra la inmigración ilegal. El 14 de septiembre, en cambio, había publicado un tuit (como se llamaba antes de que la red social fuera adquirida por Musk) elogiando la reacción de Matteo Salvini a la petición de condena del fiscal de Palermo en el proceso Open Arms

El flirteo ya había comenzado en diciembre de 2023, cuando Musk acudió como invitado a ‘Atreju', la fiesta política que organiza cada año por Hermanos de Italia, entre hipótesis de apertura de conexiones de internet por satélite Starlink y de fábricas de Tesla en Italia.

En el escenario de Roma, Musk instó a la multitud a «hacer más italianos«, en referencia a la crisis demográfica que sitúa la tasa de natalidad en Italia entre las más bajas de Europa.

Con ello, el empresario, que ha tenido doce hijos de distintas mujeres, mostraba sin duda una afinidad con la derecha en sus nombres: ha puesto a sus hijos nombres de ciencia ficción, inventados por él o en homenaje a obras fantásticas. Entre ellos, destaca el de Atreju, nombre del festival italiano y del protagonista de ‘La historia interminable', de Michael Ende.

No se puede decir lo mismo de la maternidad subrogada, a la que Musk ha recurrido varias veces (y a la que la derecha italiana se opone firmemente, pidiendo que se convierta en un delito universal).

¿Una alianza entre X e Italia en materia social en la UE?

La Ley de Servicios Digitales de la UE contra los contenidos radicales y noticias falsas publicadas en redes sociales, como demuestran los casos de Telegram y la propia X, podría ser la razón del interés de Musk por Italia.

Tras criticar a X por ser un megáfono de la extrema derecha, una Europa más conservadora, con el peso de Italia en la Comisión (aunque con el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, de Meloni, y el recién nombrado comisario, Fitto, en la oposición) podría ayudar a suavizar la línea de Bruselas sobre redes sociales y las sanciones aplicadas a ellas.

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