El transporte escolar en República Dominicana debe expandirse a colegios privados.
Por: Joel Gneco Cross
La congestión vial en las principales ciudades de República Dominicana es uno de los problemas más persistentes que afecta la calidad de vida de sus ciudadanos. En particular, el transporte escolar diario, con miles de padres que bloquean calles al llevar y recoger a sus hijos, contribuye significativamente a este problema. El uso de vehículos privados en horarios pico genera embotellamientos y caos en las cercanías de los centros educativos, afectando tanto la movilidad urbana como la economía familiar.
En respuesta a esta situación, el INTRANT planteó una solución de transporte escolar público y privado en el Plan de Movilidad Urbana del 2019. Luego el Ministerio de Educación (MINERD) lanzó en 2022 el Sistema Nacional de Transporte Estudiantil (TRAE) como parte de un gran proyecto de movilidad escolar orientado a reducir la congestión vial y mejorar las condiciones de transporte de los estudiantes.
Este programa no solo busca facilitar el desplazamiento de los estudiantes de las escuelas públicas, sino también aliviar la carga económica de las familias más vulnerables, quienes en muchos casos destinan una parte importante de su presupuesto al transporte individual de sus hijos.
El impacto de TRAE en el transporte escolar público
Para el año escolar 2024-2025, se espera que 2,640,334 estudiantes asistan a clases, de los cuales el 78.1 % pertenece al sector público y el resto al privado, según datos oficiales. Ante esta enorme demanda, el Sistema TRAE ha evolucionado rápidamente para brindar cobertura a gran parte del país. Se proyecta que, para finales de octubre de 2024, el sistema cubra el 80 % del territorio nacional, apoyado por una flotilla de 1,840 autobuses que facilitarán el transporte de miles de estudiantes.
Amparado en el decreto No. 616-22, emitido por el presidente Luis Abinader, el programa busca garantizar un transporte cómodo, seguro y gratuito para los estudiantes, al tiempo que reduce los costos de desplazamiento para las familias, contribuyendo a una disminución de la deserción y el ausentismo escolar.
Este esfuerzo también responde a la necesidad de reducir los riesgos de accidentes de tránsito, que afectan a estudiantes y peatones, un problema que el propio presidente ha declarado de interés nacional.
Un sistema en expansión con beneficios claros
El Sistema Nacional de Transporte Estudiantil tiene un impacto directo en la economía familiar. Al garantizar transporte gratuito, cómodo y seguro para los estudiantes, TRAE contribuye a reducir el gasto en transporte que, en muchos casos, representa una carga significativa para los hogares, especialmente aquellos con múltiples hijos en edad escolar. Asimismo, al reducir el número de vehículos privados en las calles, el programa mejora la fluidez del tráfico, contribuyendo a la disminución de los tiempos de viaje y la emisión de gases contaminantes.
El programa no solo ofrece un servicio de transporte, sino que también busca mejorar los entornos escolares mediante la instalación de señalización y la adecuación de vías de acceso para proteger la seguridad de los estudiantes. Esta iniciativa integral está orientada a reducir la deserción y el ausentismo escolar, al tiempo que mejora la calidad de vida tanto de los estudiantes como de sus familias.
El desafío pendiente: incluir a los colegios privados
A pesar del éxito y la expansión del programa TRAE en las escuelas públicas, para que el sistema tenga un impacto real en la descongestión vial y en la economía familiar, es imprescindible que este servicio se extienda a los estudiantes de colegios privados. Actualmente, el transporte escolar privado cubre solo al 10% de la población estudiantil, y las tarifas oscilan entre 5,000 y 10,000 pesos mensuales, lo que resulta insostenible para muchas familias. Además, los vehículos utilizados en este servicio suelen ser limitados en capacidad, y las rutas no siempre están optimizadas.
La expansión del programa TRAE a los colegios privados representaría un cambio radical en la movilidad urbana. Si se logra integrar a todos los estudiantes en un sistema de transporte colectivo eficiente, no solo se reduciría el número de vehículos privados en las calles, sino que también se aliviaría la carga económica de las familias y se contribuiría a mejorar la calidad del aire en las ciudades. Un sistema de transporte escolar público para todos los estudiantes, independientemente del tipo de escuela a la que asistan, podría ser una herramienta clave para descongestionar el tráfico en las horas pico y reducir la presión sobre la infraestructura vial.
Recomendación final: hacia un transporte escolar universal
Para maximizar los beneficios del programa TRAE, es fundamental que el Ministerio de Educación, en conjunto con el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) y otras instituciones pertinentes, extienda este servicio a los colegios privados. La creación de un sistema de transporte escolar universal, regulado y accesible para todos los estudiantes del país, contribuiría no solo a la descongestión vial, sino también a la mejora del bienestar económico y social de las familias dominicanas.
Con la expansión de TRAE, que incluya los colegios privados, no solo se está mejorando la movilidad urbana, sino también contribuyendo a la sostenibilidad económica y ambiental del país. Un sistema de transporte escolar universal sería un paso clave hacia la reducción de la congestión vial. La inclusión de los colegios privados en este esfuerzo no solo es una necesidad, sino también una oportunidad para consolidar una movilidad urbana más eficiente y equitativa.
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