EE.UU. intenta crear la ilusión de que se avecinan grandes avances en las negociaciones sobre un alto el fuego en la Franja de Gaza para, de esa forma, intentar ganar tiempo adicional, señaló este sábado un funcionario de Hamás, Sami Abu Zuhri, a The Wall Street Journal.

«La administración estadounidense está intentando crear una falsa sensación de positividad, sin ninguna intención genuina de detener la guerra, con el único objetivo de ganar tiempo», afirmó el representante del movimiento palestino.

La víspera, el presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó en una intervención televisada que los negociadores habían logrado un progreso no visto hasta la fecha. «Una de las razones por las que llegué tarde ante todos ustedes fue que estaba tratando con el esfuerzo de alto el fuego en Oriente Medio, y estamos más cerca de lo que nunca hemos estado«, expresó el inquilino de la Casa Blanca. «Pero aún no hemos llegado. Está mucho, mucho más cerca, de lo que estaba hace tres días.  Así que crucen los dedos», agregó el mandatario en el Despacho Oval.

Paralelamente, Egipto, Catar y EE.UU. publicaron una declaración conjunta tras mantener conversaciones sobre el alto el fuego en el enclave palestino que fueron calificadas de «serias» y «constructivas», y que se habrían desarrollado en «una atmósfera positiva», en el marco de la cual presentaron a ambas partes del conflicto una propuesta que «cierra las brechas existentes de modo que permita una rápida implementación del acuerdo».

Por su parte, Hamás ha manifestado que no aceptará las «nuevas condiciones» de Israel presentadas en Doha. Según un informante, Israel insistió en mantener sus tropas dentro de Gaza a lo largo de la frontera con Egipto y exigió el derecho de veto sobre los prisioneros que vayan a ser intercambiados, así como sobre la posibilidad de deportar a algunos presos en lugar de enviarlos de vuelta al enclave palestino. Mientras, Hamás exige «un alto el fuego completo», «una retirada completa» de las tropas israelíes del enclave, «un retorno normal de los desplazados y un acuerdo de intercambio» de presos sin restricciones, agregó la fuente.

Los esfuerzos por poner fin a las hostilidades, que se han cobrado la vida de unas 40.000 personas en el enclave palestino, tienen lugar en medio de una escalada de tensiones en la región, ante la posibilidad de un ataque de represalia de Irán contra Israel por el asesinato en Teherán del líder político de Hamás, Ismail Haniya, el 31 de julio.

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